lunes, 31 de marzo de 2014

ERIC CLAPTON, GINGER BAKER Y JACK BRUCE: CREAM

"Dicen que inventamos la música de fusión, pero yo no sé qué mierda es eso (...) Y también dicen que con Cream fuimos los padres del havy metal: deberíamos haber abortado" (Peter Edward "Ginger" Baker, baterista de uno de los tríos más grandiosos de la historia del rock)

domingo, 30 de marzo de 2014

LA ESTUPIDEZ, LA COBARDÍA Y LOS LINCHAMIENTOS

El problema no es que los estereotipos sean falsos, el problema es que son incompletos. Yo a veces, seguramente más veces de las que querría, me comporto como un cobarde. Otras veces me porto como un estúpido... En ocasiones soy una combinación de estúpido y cobarde casi en partes iguales. A ustedes posiblemente les pase algo parecido. No hay que confundir a los estúpidos con los tontos, con las personas de pocas luces intelectuales: los bobos pueden ser también estúpidos, pero su escasa brillantez les quita la mayor parte del peligro. Lo alarmante es que incluso un destacado economista, un gran profesional o un abogado exitoso pueden ser terriblemente estúpidos. La estupidez es una categoría moral, no una calificación intelectual. Un tipo que le patea la cabeza a un joven carterista, o supuesto carterista, que está tirado en el suelo, tal vez sin siquiera haber presenciado el hecho, porque "se enteró" o "le dijeron" que se trata de "un chorro", se comporta como un cobarde y un estúpido. De más está decir que el ladrón que cree que un objeto es más valioso que la vida humana, porque entre otras cosas confunde ser con tener, se comporta como un cobarde y como un estúpido. Sé que la explicación es un poco más compleja, pero hoy tenía ganas de decir esto. Hipócritas lectores, mis semejantes, mis hermanos, ustedes y yo podemos llegar a ser "linchadores" en potencia, porque la estupidez está acechándonos a la vuelta de la esquina.

Aquí, dos motociclistas recibieron una golpiza tras ser confundidos con ladrones.

Aquí, intentaron linchar a un pibe en Palermo. Los ejemplos podrían multiplicarse.



Otra cosa distinta, que sí me parece bien, es cuando los vecinos se organizan entre ellos para protegerse, trabajando en comunión y comunicación con la policía. Esa sí es una conducta cívica: se juntan, se organizan, discuten entre sí, etc. Eso es acción, no reacción. Además, desconocer el rol de los policías que bajo una estructura mafiosa obligan a robar a muchos pibes de barrios carenciados, liberando la zona, y pretender que haciendo catarsis con un pendejo que está tirado en el piso están luchando contra la inseguridad, es no entender un carajo. En Rosario, el gran problema es, entre otras cosas, la falta de conducción política, el dejar que la policía se autogobierne. Hay policías que participan activamente del negocio del narcotráfico, la trata de blancas, el juego. Si alguno piensa que salir a linchar en masa soluciona algo, no entiende un carajo.

No estoy queriendo sugerir que el kirchnerismo o el macrismo o la clase política no tenga responsabilidades: lo de Rosario era sólo un ejemplo. La política de seguridad de Scioli me parece muy mala. Aquí, aquí y aquí, Marcelo Saín aporta elementos para enriquecer la discusión.

domingo, 23 de marzo de 2014

CHIMAMANDA ADICHIE CONTRA LOS PREJUICIOS Y LA PEREZA MENTAL

Si pinchan aquí pueden leer un muy interesante relato de la novelista nigeriana Chimamanda Adichie, en la que nos cuenta su experiencia sobre su identidad "africana" y el peligro de cierta colonización mental.

Post Scriptum: modifiqué el título para que los eunucos, en lugar de bufar, le presten atención a la mujer del video más que al autor del blog.

sábado, 1 de marzo de 2014

ODO MARQUARD Y LA FILOSOFÍA

Me gustó mucho una frase que leí, citada por Savater: 

"Los filósofos que sólo escriben para filósofos profesionales, actúan de un modo casi tan absurdo como actuaría un fabricante de medias que sólo fabricase medias para fabricantes de medias". (Odo Marquard)

Podría decirse lo mismo de muchos críticos de cine, cuyo estilo pareciera estar dirigido exclusivamente a críticos de cine, en lugar de a personas que disfrutan y se apasionan mirando películas. 

Y abogados que sólo escriben para impresionar a otros abogados, y así siguiendo.