Trataré de ser lo más prudente
posible. En primer lugar, la denuncia no deja de ser muy impactante: el fiscal
Nisman acusó a la presidenta y al canciller de encubrir el atentado terrorista
más grave de la historia argentina. Su muerte es, desde el punto de vista
político, otro shock no menos impactante. No importa qué tan seria o qué tan
floja sea su denuncia; luego de su fallecimiento, los diarios del mundo dirán
que “apareció muerto el fiscal que acusó a la presidenta CFK y al gobierno de encubrir
un atentado terrorista”.
Por supuesto que es muy triste
que muera un ser humano primero, y un padre de familia después. No analizo el “lado
humano” porque no da lugar a ninguna discusión: en eso estaremos todos
de acuerdo, más allá del triste “caranchismo político” al que será sometido públicamente.
Arriesgo que la denuncia me
parece, sin ser un experto (no tengo buena formación jurídica), muy poco seria: está todo pegado con moco, las
lagunas están completadas con artículos periodísticos, faltan pruebas concluyentes
que apoyen la acusación, etc. Acá la tienen si la quieren leer. El dato de la
realidad es que la mayoría del pueblo NO LA VA A LEER (tampoco tenemos competencia ni datos como para interpretarla seriamente), y se quedará con la
noticia central: murió la persona que investigaba al gobierno. La denuncia será
interpretada por los medios y al pueblo le llegará lo que lee, escucha y mira
por televisión, diarios, en la calle y en la cola de la verdulería. Casi todos
interpretarán, verán y escucharán LO QUE TENGAN GANAS DE INTERPRETAR, VER Y
ESCUCHAR.
Aunque parezca una pavada, “vemos”
interpretaciones todo el tiempo: un socialista ve en un desocupado alguien que necesita ayuda; en cambio una persona de derecha
tiende a ver, en un desocupado, a alguien que “no tiene ganas de laburar”. Si no me creen que "vemos" interpretaciones, siéntense a mirar un partido de fútbol con dos amigos y luego discutan lo que vieron. Ojo, ¡no estoy negando que existan hechos!
En fin, lo cierto es que la
muerte del fiscal no modifica la denuncia, pero sí la manera en que los
argentinos interpretaremos el caso.
Hago una síntesis a vuelo de
pájaro de los hechos, lo más “objetiva” (o lo menos subjetiva) posible:
El fiscal Nisman presentó su denuncia
en un tribunal de justicia ante la doctora María Servini de Cubría. La jueza
decidió no abrir la feria porque consideró que no había elementos probatorios.
Lo extraño es que Nisman estaba de vacaciones con su hija, y tenía previsto
quedarse hasta fines de febrero. Como consecuencia de su propia denuncia,
adelanta su regreso y el 13 de febrero presenta la denuncia, sin consultarlo
con el juez titular de la causa (Canicoba Corral).
Recordemos que cuando Nisman pidió la captura de
nueve iraníes acusados por el atentado, Canicoba firmó la orden de captura,
pero le dijo que debía profundizar la investigación sobre esas personas, porque
lo que había presentado (para que Canicoba se lo firmara) se basaba únicamente
en informes de inteligencia, y no en pruebas de validez judicial. Además le
dijo que investigara la pista siria y la conexión local. Según Canicoba, Nisman
no hizo ninguna de esas tres cosas: ni profundizó su investigación sobre los
iraníes, ni investigó la conexión local ni la pista siria.
El argumento central de Nisman,
para validar su denuncia, fue que el encubrimiento consistió en un canje de
impunidad a cambio de relaciones políticas y comerciales entre Irán y el
gobierno. La impunidad consistiría, según Nisman, en el levantamiento de las
órdenes de captura internacional (“alertas rojas”). El ex director de Interpol,
Ronald Noble, declaró que el gobierno nunca solicitó retirar los pedidos de
captura para los funcionarios iraníes, y que el “Memorándum de entendimiento
fue un intento de destrabar la causa”. En
lo personal creo que el memorando terminó siendo ineficaz, pero no quiero
desviarme. Lo digo de una vez: esa denuncia es más enclenque que la defensa de Boca.
El gobierno argentino hizo todas
las gestiones necesarias para que NO se levantaran las alertas rojas. La
situación del fiscal había quedado muy endeble, porque: a) hizo una acusación de
extrema gravedad sin avisarle al juez de la causa (quien se lo reprochó
públicamente); b) la presentó en un juzgado que él eligió y no donde correspondía; c) Interpol confirmó que en ningún momento funcionarios del Gobierno le pidieron que bajara de sus prioridades el pedido de captura de un grupo de funcionarios o ex funcionarios iraníes buscados por el atentado, etc. El juez Canicoba
dijo que si la denuncia tenía que ver con el Atentado a la Amia se la tenía que
presentar a él, que es el titular. Si en
cambio presentaba hechos nuevos, debería haberla enviado a la Cámara Federal
para que la mandara a sorteo. El sorteo
se hace para impedir que cada uno elija el juez que a uno le gusta.
En cambio,
Nisman manda la denuncia al juzgado que estaba interinamente a cargo de Servini
de Cubría. El titular del juzgado no es Servini sino Ariel Lijo, quien luego de
la muerte de Nisman tuvo que acortar sus propias vacaciones y ponerse a
trabajar en la investigación. Lijo ordenó una serie de medidas para preservar
las pruebas presentadas por Nisman. A su vez, el juez Lijo fue quien investigó
el encubrimiento en el primer tramo de la causa, y fue estrecho colaborador de
la doctora Luisa Riva Aramayo. Acá y acá tienen algo de info respecto de quién fue Riva Aramayo.
¿Por qué Nisman eligió el juzgado
de Lijo? Porque Lijo investigaba el encubrimiento. Lo extraño es que Lijo
investigaba el encubrimiento DEL INICIO DEL ATENTADO: del juez Galeano, del
Fino Palacios (Macri, ¡teléfono!), etc. Por eso Canicoba le
dijo algo que cualquier juez debe saber, ya que se trata del procedimiento
legal: o me presentás la denuncia a mí, que soy el titular, o si tenés nuevas
evidencias la causa va a sorteo. Eso ya lo había dicho pero lo digo de nuevo porque soy de Boca y me la re aguanto (?)
Luego de conocerse la denuncia,
la diputada Bullrich, el diputado Pinedo y otros lo invitan a exponer en el
Congreso. Todo esto se complica, claro está, por el inminente proceso
electoral. El tema es que en el Congreso, el kirchnerismo es mayoría. El oficialismo,
por supuesto, decide asistir a la reunión y
declara que a Nisman le van a hacer preguntas. No es para nada
sorprendente: Nisman acusa al gobierno, y a la presidenta, nada menos que de encubrir
un atentado terrorista. Te quiero ver a vos si no le pedirías explicaciones a la persona que te acusa de encubrir un atentado terrorista.
La cuestión se complica porque
Nisman no obtuvo ni siquiera el apoyo mayoritario de la dirigencia de la Amia y de la Daia. El fiscal
les pide apoyo público en su denuncia, y la mayoría se lo niega. La negativa,
probablemente, se deba a que lo ofrecido como elemento probatorio es muy
endeble e inconsistente.
Tampoco había elementos
probatorios concluyentes en la presentación que Nisman había hecho respecto de los
nueve iraníes acusados, sino que casi todo se basaba en informes de
inteligencia: de Estados Unidos, Israel, Alemania, etc.
Ese es otro dato de la realidad: la falta de independencia que Nisman tenía al investigar el atentado, respecto de la Embajada estadounidense, por ejemplo. Eso lo cuenta Santiago O'Donnell gracias a su acceso a los cables de wikileaks: pinchar acá.
A uno le suena extraño que la
denuncia sea presentada poco después del atentado en Francia, y luego de la
decisión de CFK de echar a “Jaime” Stiuso. La Nación se preguntaba, poco antes de que lo rajen:
"¿Puede Cristina echarlo con la misma facilidad con la que se desprendió de Héctor Icazuriaga y Francisco Larcher, los viejos jefes de La Casa? Hasta ayer, no había respuesta oficial. Trascendió apenas que podían "castigarlo" quitándole el cargo de director. Como si el título fuera lo importante".
Pues bien, CFK lo terminó rajando.
Y acá existe un tema que es
necesario destacar. La relación entre los servicios de inteligencia y algunos
jueces y fiscales es, cuantimenos, promiscua. Esa relación viene de la
dictadura y se acentúa en 1989, durante el gobierno de Menem. El kirchnerismo es responsable, como mínimo, de no haber modificado esa relación.
La función de los servicios de inteligencia es la seguridad del Estado. Los auxiliares de los fiscales no deben ser los servicios de inteligencia sino la policía. No debe existir contacto directo entre jueces y los servicios de inteligencia. Los servicios de inteligencia dependen del Poder Ejecutivo y deben trabajar para el Ejecutivo.
La función de los servicios de inteligencia es la seguridad del Estado. Los auxiliares de los fiscales no deben ser los servicios de inteligencia sino la policía. No debe existir contacto directo entre jueces y los servicios de inteligencia. Los servicios de inteligencia dependen del Poder Ejecutivo y deben trabajar para el Ejecutivo.
Al respecto, rescato no tanto el artículo entero, pero sí el siguiente fragmento de Enrique Peruzzotti:
“No solamente no se emprendió una
re-estructuración democrática de esas instituciones, sino que fueron utilizadas
por parte de las autoridades para realizar, como en la dictadura, espionaje
interno, actividad que no está ya apañada por los lineamientos de la doctrina
de seguridad nacional, sino por un más prosaico interés de asegurar la lealtad
de ciertos funcionarios o de monitorear las actividades de movimientos y
políticos opositores.
Es imperativo retomar la senda
decidida por la sociedad argentina con el Nunca Más. Las amenazas al Estado de
Derecho en la actualidad difieren en parte de aquellas que una naciente
democracia enfrentaba en las postrimerías de una feroz dictadura. Pero sus
lineamientos deben de ser los mismos: sólo un sólido Estado de Derecho podrá
garantizar los derechos humanos de sus habitantes”.
¡Ojo! El próximo gobierno, sea del signo que sea, tendrá que gobernar con estos servicios de inteligencia, con esta justicia y con estos medios de comunicación. No será una tarea sencilla. Decir que la relación entre la justicia y los servicios es promiscua no equivale a negar que romper ese vínculo será una tarea titánica.
Ni me gasto en añadir mucho respecto de la patética conferencia de prensa de Macri, ni de la querella que quiere presentar Massa... El comportamiento de la oposición me sigue pareciendo, en términos generales, un verdadero desastre.
En fin, no quiero agregar mucho más porque todavía esto es un embrollo, la justicia está investigando y tampoco tengo data que no pueda buscar cualquiera si tiene ganas de tratar de entender un poco. Creo que entender el "minuto a minuto" no ayuda en nada, sino que fomenta la conspiranoia. Prefiero la prudencia. Sólo me parecía que hacer una síntesis extrema de los sucesos ayudaba a clarificar. Si alguien quiere complejizar esta síntesis, para eso están los comentarios.
Addenda: constituye un material de discusión el "talento" del kirchnerismo para elegir algunos colaboradores: Cobos, Redrado, Lousteau, el propio Nisman. Se puede argumentar que siempre, en todo gobierno, existen pujas, traiciones y peleas internas por el poder. Sin embargo, ese argumento no me convence demasiado.
Otra cuestión: la forma en que CFK comunica su opinión respecto de los últimos acontecimientos es realmente pobre. Arrojar hipótesis sobre el suicidio o no suicidio del fiscal, cuando la investigación no está terminada, es una irresponsabilidad (aparte de ser inconstitucional). Se entiende que los periodistas y operadores políticos lo hagan, porque hace rato que perdieron la vergüenza, pero yo a la presidenta le pido más. Tampoco me sorprende que lo haga una delirante como Lilita Carrió.
La Constitución Nacional dice:
Además, en lugar de hablarle al pueblo (sus representados), pareciera que le habla sólo a "los propios". La elección del "facebook" en lugar de usar la cadena nacional también parece desacertada.
Post Scriptum: consulté por twitter a Gustavo Maurino y, escuetamente (es twitter) me dijo que "Zaffaroni está en un error, la denuncia es seria, consistente, fundada, y sí constituye un delito". Para bien de la pluralidad, me parecía importante incorporar una voz disidente. Recuerden que mi formación jurídica es muy pobre.
¡Sean felices! ¡Abrazo de gol!
Ni me gasto en añadir mucho respecto de la patética conferencia de prensa de Macri, ni de la querella que quiere presentar Massa... El comportamiento de la oposición me sigue pareciendo, en términos generales, un verdadero desastre.
En fin, no quiero agregar mucho más porque todavía esto es un embrollo, la justicia está investigando y tampoco tengo data que no pueda buscar cualquiera si tiene ganas de tratar de entender un poco. Creo que entender el "minuto a minuto" no ayuda en nada, sino que fomenta la conspiranoia. Prefiero la prudencia. Sólo me parecía que hacer una síntesis extrema de los sucesos ayudaba a clarificar. Si alguien quiere complejizar esta síntesis, para eso están los comentarios.
Addenda: constituye un material de discusión el "talento" del kirchnerismo para elegir algunos colaboradores: Cobos, Redrado, Lousteau, el propio Nisman. Se puede argumentar que siempre, en todo gobierno, existen pujas, traiciones y peleas internas por el poder. Sin embargo, ese argumento no me convence demasiado.
Otra cuestión: la forma en que CFK comunica su opinión respecto de los últimos acontecimientos es realmente pobre. Arrojar hipótesis sobre el suicidio o no suicidio del fiscal, cuando la investigación no está terminada, es una irresponsabilidad (aparte de ser inconstitucional). Se entiende que los periodistas y operadores políticos lo hagan, porque hace rato que perdieron la vergüenza, pero yo a la presidenta le pido más. Tampoco me sorprende que lo haga una delirante como Lilita Carrió.
La Constitución Nacional dice:
Artículo 109.- En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas.
Además, en lugar de hablarle al pueblo (sus representados), pareciera que le habla sólo a "los propios". La elección del "facebook" en lugar de usar la cadena nacional también parece desacertada.
Post Scriptum: consulté por twitter a Gustavo Maurino y, escuetamente (es twitter) me dijo que "Zaffaroni está en un error, la denuncia es seria, consistente, fundada, y sí constituye un delito". Para bien de la pluralidad, me parecía importante incorporar una voz disidente. Recuerden que mi formación jurídica es muy pobre.
¡Sean felices! ¡Abrazo de gol!
No está de más recordar este artículo que HV escribió en 2004: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-38318-2004-07-18.html
ResponderBorrarY como bien dice Esther, una comentarista, acá: https://abelfer.wordpress.com/2015/01/20/la-causa-de-la-amia-y-la-politica-internacional-argentina/#comment-55421
"Me asusta. Tenemos un fiscal de larga experiencia que escribe trescientas fojas que, hasta donde tengo leído, son tal cual se las describe: un estilo literario de novela y no de abogado, sin pruebas que sustenten lo que se afirma, y en las que se acusa nada más y nada menos que a la máxima autoridad del gobierno de un país de actos criminales… que ¿existen? Las alertas rojas no se cayeron, comerciar con Irán no es un delito, y el acuerdo es público, ha sido debatido y pasó por el Congreso. Pero tenemos a un fiscal —y a uno importante, por sus funciones— presentando eso y así escrito y poco sólido ante un juzgado. Nisman sabía, debía saber que no iba a llegar a nada con esa presentación.
Pero la hizo igual.
Me asusta porque, por lo anterior, creo que la vía judicial nunca fue objetivo, que todo esto no fue más que una operación destinada a crear caos y que Nisman lo sabía.
No puedo considerar que lo hizo porque le dio un arrebato de animosidad en contra del gobierno, así como así. Fue (es) una operación… ¿Organizada desde dónde, cuándo, para qué? Estas son las preguntas cuyas respuestas son, creo, lo más importante de todo. Según cuál sea la respuesta uno sabría qué puede esperar que suceda en este 2015"
En algún punto el mambo me recuerda la película "Operación Valquiria", donde después y antes del atentado contra Hitler movilizaban con órdenes y contraórdenes a la gendarmería, y el jefe iba de un lado a otro como huevo e´rengo mientras le dice al asistente:
ResponderBorrar"Hay un golpe, eso es seguro, lo que no se es para quien jugamos".
Mirá no tengo una opinión formada sobre el proceder de CFK, si tengo claro que lo políticamente correcto para uno por fuera de la situación y sin conocer el vector de variables no necesariamente debe ser el más atinado.
ResponderBorrarConvengamos además, que ésta situación no es una normal con lo cual los marcos y formas que se deben supuestamente guardar pueden o deben quizás sortearse.
Agravado por las circunstancias de elecciones con la particularidad que, a pesar de las encuestas, me parece que los candidatos naturales no mueven el amperímetro en forma necesaria.
Creo que todos nosotros somos escépticos a la teoría del sucidio, sin embargo, Fein se largó casi al toque a difundirla, tampoco olvidemos quienes tienen a cargo esta investigación, personajes que tuvieron que borrar escritos en Facebook...
No se, igual los dados ya fueron echados pero me parece mas fructífero indignarse con cosas más graves
Saludos
Creo que Sarlo (más allá de que no me gusten sus análisis políticos, la considero una de las opositoras al gobierno más lúcidas) tiene bastante razón en este fragmento:
Borrar"Parece que hay guerra de guerrillas en el servicio de informaciones, después del desplazamiento de la vieja guardia y la llegada de Parrilli. Una guerra de guerrillas en la SI transcurre, por definición, en la esfera secreta. Se enfrentan especialistas que hacen del secreto uno de los requisitos de su eficiencia, trabajen para quien trabajen. En estas condiciones, a los ciudadanos nos queda sólo el camino de suscribir las más alocadas tesis conspirativas, la ignorancia resignada, la confianza basada en la creencia, o el desinterés frente a lo inaccesible".
Todo esto se presta especialmente para la conspiranoia. Y uno en la conspiranoia prefiere no entrar. Tampoco me gusta elucubrar teorías acerca de qué pasó. Dejo que la justicia (nos parezca buena, mala, regular o pésima) investigue. No me considero un kirchnerista talibán ni mucho menos. Si me apurás, te diría que a mí me "kirchneriza", sobre todo, la oposición (incluyendo los medios, por supuesto).
En Europa podría ser un "liberal de izquierda", pero en la Argentina, con este nivel de izquierda que hay, me hago peronista, jaja.
Muy bien resumen. Comparto todo.
ResponderBorrarYo no entro en conspiraciones sólo remarco algunos aspectos que quizás provoquen las reacciones del gobierno.
ResponderBorrarDespués de todo la versión oficial es que le tiraron un muerto, de ser así ¿hay que esperar a la justicia o actuar teniendo en cuenta el "vector de variables"? si se actúa ¿se debe especular con los movimientos contrarios? ¿se debe forzar los movimientos del "oponente" o esperar que el otro mueva? ¿iniciativa o reacción?
De hecho a mi entender estamos en guerra hace rato, éste es otro frente que, como dije porái, tiene su lógica propia más allá de las elecciones, lo que no quita que algunos, voluntariamente o semi convocados de ocasión, se prendan por conveniencia
Yo creo que toda esta interna de los servicios hay que leerla desde la asunción de Milani y veremos como fluyen los acontecimientos
Saludos "compañero liberal de izquierda" ja ja...
Richardinho querido! Abrazo de gol de Boca!! Su comentario quedó como spam. Debe ser que tengo un filtro contra los gallináceos.
ResponderBorrarY hacemos extensible el abrazo al amigo Silenoz y al Moscón, y a todos los que me conocen (?)