Tenemos tendencia a confundir “el tiempo” con los instrumentos que usamos para medirlo. Olvidamos que la idea de puntualidad es una invención. Con el desarrollo del sistema de transporte se abrió el horizonte para coordinar la hora. Hacia mediados del siglo XIX, Inglaterra introdujo una hora unitaria (GMT: Greenwich Mean Time). Antes, cada lugar geográfico tenía su propio tiempo local. No sé qué se pierde y qué se gana con ese cambio, pero sí que la idea de “ganancia” o de “pérdida”, el considerar que “el tiempo es dinero” o es “un bien escaso” no es natural ni crece como los árboles, sino que forma parte de la concepción capitalista. La interiorización de la disciplina del tiempo es un ejemplo paradigmático acerca de cómo el proceso civilizatorio lleva al ser humano a transformar la coacción externa en una coacción ejercida por uno mismo. El tiempo público de los relojes regula el tráfico, el trabajo, hasta los estados depresivos por no haber “alcanzado a ser” lo que cronológicamente uno “hubiera debido ser” a determinada altura de su vida. Los relojes de las iglesias, estaciones de tren o fábricas, ahora están en nuestras muñecas, en la televisión y en nuestros aparatos de celular. El hombre nunca o casi nunca experimenta el tiempo de forma primaria sino socializada. El tiempo es escaso en relación a metas que son “sociales”. Eso no quita que exista un tiempo “ontológico”, que consiste en sentir que siempre hay más planes, deseos y proyectos no realizados que tiempo para llevarlos a cabo. Todo esto pensaba mientras leía un simpátito librito de Rudiger Safranski sobre el tiempo. Todo esto escribo porque estoy de vacaciones -feria judicial- y siento culpa por estar “al pedo”. Tengo ganas de "hacerme un tiempo" para escribir un libro. ¿Para qué querría yo escribir un libro? Para que encuentre lectores y que esos lectores me hagan sentir un poco menos solo.
¡Sean felices!
El gallego va al puticlub y lo atiende la madama:
ResponderBorrar-Caballero ¿que anda buscando?
-Acostarme con una mujer ¿cuanto cuesta?
-Depende del tiempo...
-¡Coño!, póngale que llueve...
¡Me sacaste de la metafísica para adentrarme en un chiste de gallegos! Pasamos de "filosofía aquí y ahora" a "Sin codificar" =P
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