Recordar que quien escribe estos fragmentos de Borges es
Bioy Casares, quien fue registrando su conversación en un diario muchas veces desopilante, fruto de varias décadas de amistad.
1948
Lunes, 12 de enero. Come en casa Borges. Me cuenta que a la
tarde estuvieron en Sur Sabato y González Lanuza y que él de pronto comprendió
que los aborrecía y se fue.
Miércoles 14 al domingo 18 de enero. Borges recordó la
conversación de Sabato y Gonzalez Lanuza, ambos admirados con los capítulos de
la novela de Sabato publicados en Sur (“La fuente muda”). Sabato habría
preguntado si no sería demasiado fuerte. Borges me dice: “Muchos autores viven
en el temor de que sus escritos sean demasiado fuertes y el peligro inevitable
es que sean demasiado débiles”.
1950
Lunes, 10 de julio. Comen en casa Borges y Sabato; éste,
groseramente elocuente, con indiferencia a la escasa calidad de lo que dice.
Martes, 11 de julio. Come en casa Borges. Comentamos el
carácter de Sabato. Según Borges, lo que está mal en él es que su conversación
es demasiado anecdótica; se parece demasiado poco al pensamiento.
BORGES:
"¿Y por qué íbamos a compartir su indignación contra esa señora que
pretendió corregirle un diálogo? ¿Quién escribe siempre tan perfectamente que
nunca convenga corregirlo? ¿Quién pude estar completamente seguro de que el
interlocutor lo cree infalible?".
Viernes, 11 de noviembre. Come en casa Borges. Refiere una
anécdota de Sabato: A Barbieri lo nombraron director de El Hogar, a Sabato, de
Mundo Argentino. Sueldo de director del primero, cinco mil pesos; del segundo,
cuatro mil quinientos. Sabato entrevistó a Barbieri para explicarle que hay
gente que ya habla de esa diferencia de jerarquía entre ellos, y que para
acallar tales miserias -y no por el dinero, que no le interesa- convendría que
Barbieri solicitara de las autoridades que el sueldo de ambos sea el mismo de
cinco mil.
1956
Lunes 18 de junio. WILCOCK: "Cuando Sabato leyó Crimen
y castigo, contó el hecho a todo el mundo". (...) BIOY: "Sabato se ha
proclamado el Dostoievski argentino". (...) BORGES: ... por cierto que
Sabato, con su escaso Túnel, no es un facsímil de Dostoievski".
Domingo, 22 de julio. BORGES: "Sabato dice que el
escritor debe abandonar su torre de marfil y acercarse al pueblo. Anderson
Imbert le respondió: 'Usted habla como un aristócrata. Yo no tengo que ir al
pueblo, porque soy del pueblo. Creo que el pueblo se ha portado muy mal aquí y
que debe tener conciencia de su culpa".
Nota: Se sabe del furioso antiperonismo
de Borges y Bioy. Ambos amigos eran más gorilas que Fer Iglesias. Recordemos que en 1956 ya se había producido el histórico bombardeo a Plaza de Mayo, destitución de Perón, proscripción del peronismo, etc. Para muestra, cito este fragmento: "Con Borges decimos que no se puede ser
peronista, sin ser canalla o idiota o las dos cosas. Desde luego, no basta ser
antiperonista para ser buena persona, pero basta ser peronista para ser una
mala persona".
Martes, 31 de julio. (...) BORGES: "Van a nombrar
presidente en la Academia Argentina de Letras. No me gusta nada la Academia.
(...) Habría que llevar energúmenos: a Sabato o a Martinez Estrada. Hay una
tradición argentina contra la Academia: Gutiérrez (Juan María) escribió en
contra".
Viernes, 10 de agosto. BIOY: "(...) Sabato también
desaparecerá, sin dejar rastro, después de la muerte. Es curioso el caso de
Sabato: ha escrito poco, pero ese poco es tan vulgar que nos abruma como una
obra copiosa". BORGES: "Nunca le tuve afecto. En cuanto a (José Luis)
Romero, es un arribista, es un bruto, es un político, en el mal sentido de la
palabra, y parece un rinoceronte o un jabalí...".
Jueves, 30 de agosto. Después del almuerzo hablo por
teléfono con Borges. BORGES: "Sabato está loco. Renuncia. Obliga a otros a
renunciar. Se enoja con los que no renuncian. Y organiza petitorios, con
firmas, para que no le acepten la renuncia. Cuánta actividad. Lo más extraño es
que para alguna gente, con todo esto, se vuelve simpático: los otros días,
Wally dijo que Sabato está muy corrido (quiere decir experimentado en acepción
criolla). BIOY: "Ya verás: va a quedar como el hombre que protestó por las
torturas. Va a quedar en la Historia como un negro Falucho". (...)
Martes, 4 de setiembre. Comen en casa Wilcock y Borges.
(...) BORGES: "Nunca hubiera creído que iba a odiar tanto a Sabato".
BIOY: "A mí no me extraña. Nunca le tuviste buena voluntad. Y yo he hecho
un descubrimiento: en contra de lo que se afirma, la antipatía está más cerca
del odio que del amor". Se ríe y dice: "Tenés razón".
Sábado, 25 de agosto. (...) Hoy se habla de Sabato, de su
grotesca actuación en una audición de radio, en la que pierde los estribos.
Convenimos en que podríamos juntar firmas para un petitorio de los amigos de
Sabato, para que le apliquen un puntapié de atrás.
1957
Jueves, 15 de agosto. Borges me llama por teléfono. Me dice:
"En Azul y Blanco me atacan todos los días, en una suerte de folletín. ¿A
que no sabés quién salió a defenderme? ¡Sabato! Qué porquería. Cualquier cosa,
con tal de no quedarse quieto. Cómo no se da cuenta de que parece un payaso.
Ahora aparece con careta. Se saca la careta y vemos que es Sabato. Ahora
aparece de buzo. Se saca la escafandra y vemos que es Sabato. No aspira a ser majestuoso
ni a mostrar una noble indiferencia.
Miércoles, 18 de setiembre. Comen en casa Bores y Peyrou.
Cuenta Borges que Sabato se encontró con alguna amiga que llegaba de Europa y
le preguntó cómo se comentaba en Europa el "asunto Sabato". La amiga
le aseguró que no se comentaba. Sabato le explicó que ella no había frecuentado
los círculos literarios: en éstos no se comentaba otra cosa. (...) BORGES:
"(...) en el (deseo) de Sabato se advierte la influencia de una estúpida
obsesión por la propia literatura". No sé por qué le interesa tanto
Sabato.
Sábado, 21 de diciembre. (...) Recibió una carta de Sabato,
en que éste le pedía que colaborara en una enciclopedia y le aseguraba que a
veces llevado por la pasión política uno dice cosas que no piensa. Casi emocionado,
Borges estuvo a punto de ir a darle un abrazo. Se encontró antes con Clemente,
quien le dio una carta que había llegado a la Biblioteca; en esa carta el
director de una revista colombiana ofrecía sus páginas a Borges para que éste
refutara un artículo de Sabato. BORGES: "Te das cuenta. Parece loco. Con
una mano escribe contra mí y con otra me escribe una carta amistosa. Además,
¿qué puede importar en Colombia su polémica conmigo? Yo mismo no recuerdo por
qué empezó y no creo que sea muy interesante". BIOY: "Que falta de
pereza". BORGES: "Es como un chismoso. Escribir sobre esa polémica no
le cuesta nada. Le cuesta no escribir.
Las opiniones contra Sabato siguen, pero creo que ya pinté un panorama más que interesante. No tengo nada contra Don Ernesto Sótano (Casas dixit), pero me divierten las opiniones de Borges y Bioy. Parecen las vecinas chotas de la peluquería representadas en Cha Cha Cha:
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