martes, 4 de febrero de 2014

BARRETT Y LAS HERMOSAS CANCIONES DE THE PIPER AT THE GATES OF DAWN

-“Bueno Charly, ¿qué consejo les darías a los jóvenes que quieren entrar en la droga para que no lo hagan?”, preguntó Susana Giménez, en tono pedagógico.

Charly García en primer plano, mirando a cámara: “Chicos, la droga es como un pasaje de ida en tren, el vagón está lleno y no cabemos, no se suban, que ya viajamos todos apretados”....

Incomodidad en el estudio, ante la ausencia del buscado mensaje edificante. Tanda y a la vuelta, Charly ya no está.

Hubo otro músico maravilloso que emprendió un viaje trágico sin pasaje de vuelta, devorado por la esquizofrenia y el exceso de alucinógenos: se llamaba Syd Barrett y fue el líder de Pink Floyd. Afortunadamente, antes de que el “crazy diamond” deje de brillar, nos regaló varias canciones hermosas, como “Arnold Layne” y “See Emily Play” en su fase solista; o “Matilda mother”, “Flaming”, “Lucifer Sam”, “The Gnome”, “Chapter 24”, “The Scarecrow” y “Astronomy Domine”...

Las opiniones son variadas, pero a mi juicio, ThePiper at the Gates of Dawn es uno de los dos o tres mejores discos de Floyd, junto al inolvidable Dark Side of the Moon.



Fabián Casas dice que Sgt. Peppers de los Beatles es un clásico, y Piper es su hermano menor:

“Un hermano menor muy volado, de esos que terminan preocupando a los padres por la manera de quedarse mirando el techo cuando están en la mesa (…) (Me pasa algo curioso, si estoy estimulado con hierba o ácido, Piper se vuelve un disco extraordinario; Peppers, en cambio, es un ácido)”.

Más allá de la opinión de Casas, considero que se trata de un álbum precioso, que mezcla la psicodelia pop con cierto espíritu infantil. Dicen que la mayoría de las canciones fueron compuestas en tiempos felices de Barrett, en los cuales le sobraban los minutos para fumar hierba y jugar con su guitarra. Entre los temas que más me gustan de Floyd figura "Matilda Mother", que viene a ser una tierna evocación de la infancia, pues trata de una madre que le narra cuentos a su hijo antes de dormir:




Letra: Matilda Mother (Barrett)

There was a king who ruled the land/ His majesty was in command/ With silver eyes the scarlet eagle/ Showered silver on the people/ Oh mother, tell me more… / Why’d you have to leave me there/ Hanging in my infant air, waiting/ You only have to read the lines of/ Scribbly black and everything shines…/ Across the stream with wooden shoes/ Bells to tell the king the news/ A thousand misty riders/ Climb up higher once upon a time/ Wondering and dreaming/ The words have different meanings/Yes they did... /For all the time spent in that room/ The doll’s house darkness old perfume/ And fairy stories held me high/ On clouds of sunlight floating by/ Oh mother, tell me more/ Tell me more...

Había una vez un rey que gobernaba la tierra/ Su majestad estaba al mando/ Con ojos plateados el águila escarlata/ Derramaba plata sobre la gente/ Oh madre, cuéntame más/ Por qué tenías que abandonarme allí/ Colgado de mi aspecto infantil, esperando/ Sólo tienes que leer las líneas del/ Garabato negro y todo brilla/ A través del arroyo con zapatos de madera/ Las campanas anuncian al rey las noticias/ Miles de brumosos jinetes/ Escalan a lo más alto érase una vez/ Maravillando y soñando/ Las palabras tienen diferentes significados/ Sí, lo tienen… /Por todo el tiempo transcurrido en esa habitación/ El viejo perfume de la oscura casa de muñecas/ Y las historias de hadas me mantuvieron en lo alto/ Sobre nubes bajo la luz del sol, flotando/ Oh madre, cuéntame más/ Cuéntame más...

En "Matilda Mother" hay diversas imágenes derivadas de Cautionary Tales For Children -algo así como “Cuentos con moraleja para niños”- de Hilaire Belloc.

Hay otros temas muy lindos, como “The Gnome”, un cuento de hadas; “The Scarecrow”, que recuerda las historias de Worzel Gummidge. En "Bike”, Barrett se hace amigo de un ratón: “I know a mouse and he has not got a house I don’ know why I call him Gerald”.

Cuando era chico, al escuchar el pasaje de 
"Bike" que habla de una tribu de hombres hechos de pan de jenjibre: "I've got a clan of ginger bread men, Here a man, there a man, lots of gingerbread men", me rompía la cabeza.

Poco después, Syd nos invita a agarrar una pareja de los hombrecitos, que están ahí en el plato. Yo pensaba: "¡chau, qué loco está este muchacho, imagina clanes de tipos de pan de jenjibre!". Un amigo inglés, mucho más tarde, me dijo que en su país era común comer pan de jenjibre hecho con formitas de animales y de personas, así como nosotros comemos los populares "cuernitos".

Según Simon Reynolds, “el antropomorfismo y el animismo (Barrett creía enlos espíritus de los árboles) de las primeras canciones de Pink Floyd se relacionan con una conciencia panteísta común a muchos consumidores de LSD. ‘Dios está en  todas las cosas', declaró Paul McCartney en 1967. (…) La facultad del LSD de hacerle ver a uno las cosas con ojos de niño, como por primera vez, constituyó el sacramento químico de un panteísmo renaciente".

El productor de EMI asignado para laburar con los Floyd fue Norman Smith, quien había sido sido el ingeniero en jefe de los Beatles hasta Rubber Soul:

"Cuando miro atrás, me pregunto cómo nos las arreglamos para hacer algo", dice Smith. "Los llamaba después de grabar una canción, y los hacía pasar a la sala de control para hacerles mis sugerencias. Sobre todo a Syd, que era el pilar, el compositor: él era quien alimentaba el ambiente psicodélico en el grupo. Cuando le sugería algo, que probara tal cosa o tal otra, que hicieran otra toma en el estudio, me decía: Sí, está bien. Y se metían de nuevo en el estudio. Volvía a hacer exactamente lo mismo, y los demás también, haciendo caso omiso de mis sugerencias. Fue un verdadero infierno. No hay recuerdos agradables. Siempre me iba con un dolor de cabeza. Syd era indisciplinado y nunca cantaba lo mismo dos veces. Tratar de hablar con él era como hablar con una pared, porque su cara no tenía expresión. Sus letras eran infantiles. Era un niño de alguna manera, pasaba de la euforia a la depresión".

El puente que ayudó a Smith a controlar mínimamente al díscolo Barrett fue el ingeniero de sonido Peter Bown, quien llegó a establecer una gran amistad con el gran fumeta.

Para terminar, y aunque no tenga tanto que ver con el título del post, pero sí con el contexto de época, los dejo con otro temazo de la época: “White Rabbit”, de Jefferson Airplane, inspirado en Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll.

¡Sean felices! 

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