martes, 31 de mayo de 2016

LAS DIFICULTADES CON LAS MUJERES DE ISAIAH BERLIN Y JORGE LUIS BORGES

Jorge Luis Borges (1899-1986) era una década mayor que Berlin (1909-1997), y ambos vivieron casi el mismo número de años. Aunque jamás se conocieron, tenían varias cosas en común: cierto desprecio por Freud y por el comunismo, un profundo amor por la cultura inglesa, aversión hacia la prosa demasiado barroca… 


A diferencia de Berlin, a Borges no le interesaba demasiado la literatura rusa, mucho menos las novelas, amén de que no hablaba el idioma.

Pero existió un karma que les hizo sufrir a ambos en su juventud: la dificultad para concretar un encuentro íntimo satisfactorio con las mujeres que amaban.

Durante una entrevista que mantuvo con su biógrafo, Michael Ignatieff, Isaiah Berlin recordaba a una mujer de la que estuvo obsesionado por años: Patricia Douglas:

“Rabiosamente falsa, así era. Pero deseable en grado sumo”.

Sabemos que una de las peores frases que una mujer le puede decir a un hombre es “yo también te quiero, pero sólo como amigo”. Como reza el saber popular:

“Eso significa que para ella sos el tipo mas simpático del mundo, el que mejor la escucha, el que más sabe de su vida y sus mas íntimos secretos, el ser humano más extraordinario de la tierra... pero no va a salir con vos NUNCA. Va a salir con un impresentable, un hijo de puta, un pelotudo que solo la quiere c…. y además la caga permanentemente. Cada vez que el otro se mande un moco, ella te va a llamar para pedirte consejo. Es como si vas a buscar laburo y te dijeran: -"Señor, es usted la persona idónea para el puesto, el que mejor currículum tiene, el más preparado, pero no lo vamos a contratar. Vamos a tomar a un incompetente que no sepa hacer nada y se mande una macana atrás de la otra. Pero eso sí,  cuando surja un problema: ¿lo podríamos llamar a usted para que nos saque del quilombo?"

Borges solía escribir obras en colaboración con diversas mujeres de las que probablemente estaba enamorado. Con María Ester Vázquez, por caso, trabajaron juntos en Introducción a la literatura inglesa (1965) y en Literaturas germánicas medievales (1966). Los lectores se introducían, mientras él se limitaba a enamorarse.

Salvo los textos que escribió con su amigo Adolfo Bioy Casares, no creo que fuera entera casualidad que el resto de los escritos “en colaboración” los haya realizado con mujeres: la citada M. E. Vázquez, Delia Ingenieros, Luisa Mercedes Levinson, Esther Zemborain de Torres, María Kodama, Margarita Guerrero, Betina Edelberg…

BORGES Y ESTELA CANTO:

Aquí nos ocupamos de la relación fallida entre Borges y Nora Lange en sus años mozos. Años más tarde, allá por agosto de 1944, durante una fiesta que daban Bioy Casares y Silvina Ocampo en su casa, le presentaron a Estela Canto. Él tenía cerca de 45, y ella 28. El biógrafo inglés Edwin Williamson narra cómo fue la primera vez que se vieron:


“Su primer encuentro con Borges fue poco prometedor: había leído “La muerte y la brújula” en Sur, cuento que la había impactado, pero quedó decepcionada por el aspecto de su autor; aunque le habían dicho que no era muy apuesto, era peor de lo esperado: regordete, bastante alto, con un rostro pálido y mofletudo y pies bastante pequeños. Después de darle la mano con aire ausente, Borges se ocupó muy poco de ella, falta de atención que irritó a Estela, porque en aquellos días daba por sentado que los hombres la encontraban atractiva. Era, de hecho, una mujer con amplia experiencia sexual: había tenido relaciones con escritores pero prefería los hombres de acción”.

Hoy en día no es infrecuente que las mujeres demasiado “intelectuales” prefieran estar con deportistas o con músicos, en tanto que las mujeres deportistas, en cambio, prefieren… a los deportistas y a los rockeros. ¿A quién carajo van a preferir, a Pacho O’Donnell? Puta que las parió a todas (?)

Retomando, parece que Estela siguió yendo a las reuniones en casa de Bioy, y una vez le habrá llamado la atención a Borges, porque al terminar la conversa le pidió que lo acompañase a caminar unas cuadras. En el transcurso de la charla, la mina citó –en inglés- el final de Cándida, de George Bernard Shaw. Ahí Jorge Luis se empezó a copar: charla va, charla viene, con el tiempo se conocieron más a fondo, y Borges le terminó por dedicar El Aleph, una de sus obras mayores.

Daban largos paseos, hablaban de literatura y todo transcurría de manera platónica, hasta que a Borges se le ocurrió llevarla al “Hotel Las Delicias” de Adrogué. A horcajadas en un banco, el muy goma, con voz temblorosa, le susurró al oído: “Estela…, eh…, ¿te casarías conmigo?”. La mina habrá pensado: “¿Este pelotudo tiene dos velocidades? ¿De pasear de la mano sin siquiera un piquito a pedirme casamiento? ¿Está pirado o lo pateó un canario?”. Recuperándose como pudo de semejante balde de agua fría, le respondió:

“Lo haría con mucho gusto, Georgie. Pero no olvides que soy una discípula de Bernard Shaw. No podemos casarnos si antes no nos acostamos”. 

Su respuesta provocó una reacción conmovedora en el escritor, algo así como: “¿en serio, no te doy asco?” (1), y a partir de ese momento la consideró su novia. La llevaba de la manito, le hablaba de literatura, daban larguísimas caminatas, pero no pasaba naranja. Es más, Estela seguramente sabía que él no iba a hacer nada, y por eso le hizo la propuesta.

La hago corta: cuando se la presentó a la madre -súper castradora y dominante- no la aprobó sino que por el contrario, hizo todo lo posible para arruinarle el guiso. La mina se terminó yendo a Inglaterra con otro vago, después volvió, le cortó los flecos y se pudrió todo. Años después, confesó que tuvo parte de la culpa, porque en lugar de boludearlo con la respuesta aquella en Adrogué, le tendría que haber dicho la posta: “Mirá titán, no te quiero lo suficiente como para casarme contigo. No quiero estar el resto de mi vida mirando con cariño el palo de amasar mientras vos me hablás de Dante Alighieri”. Bué, no lo dijo así pero la idea es esa.

ISAIAH BERLIN, OTRO LOSER DE AQUELLOS:


Para que se den una idea de la suerte del amigo Isaiah con el sexo opuesto, les cuento que la primera mina que le dio pelota terminó lobotomizada, como Jack Nicholson en Atrapado sin salida. La cosa sucedió más o menos así:

La chica se llamaba Rachel Walker, era una estudiante de filosofía; se conocieron cuando ella tenía 20 y él 25. Le decían “Tips”, y parece que era hermosa e inteligente, pero demasiado intensa. En su primer encuentro fue a las habitaciones de Berlin en All Souls para recibir una tutoría en filosofía, y al graduarse le empezó a escribir cartas cada vez más íntimas. Siguieron flirteando, se encontraron en Francia y, en determinado momento, ella le propuso matrimonio en el zoológico de París. Berlin la rechazó.

Profundamente dolida, “Tips” se marchó a Viena y no se volvieron a ver. Al poco tiempo, Berlin se enteró de que había vuelto y vivía con su madre en Burford. Allí se hundió en una depresión aguda, con estallidos de furia momentánea que la hicieron escribirle cartas insultantes que él no contestó. Después de haber atacado a su madre, fue hospitalizada en un centro público de Northampton y, con varios interludios, permanecería en el hospital el resto de su vida, sometida a terapias de electroshock y al fin a una lobotomía, que la dejó en estado semivegetativo. Vivió hasta 1992.

El biógrafo de Berlin, Michael Ignatieff, nos relata cómo tiempo antes de que conociera a “Tips”, “un racimo de jóvenes estudiantes mujeres venían a sus sesiones tutoriales, y se quedaban, para dejarle a sus perros, para pedir prestados discos y libros, y al fin para convertir a Isaiah en confidente”. Un osito de peluche, un tierno, un confidente… un asexuado de mierda, bah. Berlin se creía irremediablemente feo, gordo, con la piel aceitosa y blanca, deforme, y no dejaba nunca de comunicar el hecho a los demás. Más allá de sus fracasos, se podía decir que era un gordito mimado, sociable y feliz: una especie de Samwell Tarly, el personaje cobarde y buenazo de Game of Thrones.

Peeeero, diez años después conoció el dolor: Patricia de Bendern (Douglas, de soltera). En el invierno de 1942, fue invitado a una comida, y allí la conoció: malcasada con un conde que en esos momentos se encontraba en África del norte como prisionero de guerra. Hacia el final de la comida, Berlin sintió que estaba sucumbiendo. 

“No ocurrió nada físico”, recordó. “Me consideraba tan poco atractivo como todas las demás, pero por alguna razón se aferró a mí. Deseaba conservarme”. Su alegría, belleza y sentido del humor le resultaban fascinantes, y muy pronto estuvo enamorado por primera vez en su vida. Durante el resto del año, la vio casi cada fin de semana. La mina se iba de viaje y le mandaba cartas cariñosas, pero Berlin comprendió enseguida que ella era inconstante: se declaraba suya y después desaparecía durante meses enteros; le daba citas que luego cancelaba, desaparecía de su vista para concretar algún amorío secreto, y después lo engatusaba como a un niño con algunas palabras medio zalameras.

En el verano de 1943, la "calienta pava" se enamoró de otro tipo: la relación dejó de ser un capricho pasajero para tornarse un verdadero suplicio.

Termino el post con una situación verdaderamente grotesca: el quía del que estaba enamorada Patricia se llamaba Jacques Abreu, el mismo apellido que el yorugua “picapenales”. En diciembre, Berlin, Patricia y Abreu fueron juntos a ver un musical a Nueva York, y después regresaron al hotel. El pelotudo de Berlin durmió en la habitación contigua, mientras a duras penas trataba de conciliar el sueño, interrumpido por los sonidos apagados de los amantes. ¡Un boludo a cuerda!

Afortunadamente en su vejez, tanto Berlin como Borges conocieron el amor, fueron felices y comieron perdices. En la vejez, las ventajas comparativas de la intelectualidad cobran mayor valor.

(1) Según Bioy Casares: "Estela quería que Borges se acostara con ella. Una tarde, en la calle, se lo dijo brutalmente: 'Nuestras relaciones no pueden seguir así. O nos acostamos o no vuelvo a verte'. Borges se mostró muy emocionado, exclamó: 'Cómo, ¿entonces no me tenés asco?' y le pidió permiso para abrazarla. Llamó a un taxi. Ordenó al chofer: 'A Constitución' y agregó, para Estela: 'Vamos a comer a Constitución.  We must celebrate'. (Marzo de 1950)

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

Michael Ignatieff. Isaiah Berlin. Su vida, Madrid, Taurus, 1998.

Edwin Williamson. Borges. Una vida, Buenos Aires, Seix Barral, 2006.

lunes, 30 de mayo de 2016

GRUPO DE LECTURA SOBRE LA OBRA DE FRANZ KAFKA

Hice un nuevo y último grupo de lectura sobre la obra de Franz Kafka, que funcionará en paralelo con otro que ya existe desde hace más tiempo que versa sobre la obra de Friedrich Nietzsche. Para quienes quieran participar, acá está el link.

La idea es juntarse a leer y debatir cada tres o cuatro semanas acerca de algún aspecto de la obra del gran Franz, con gente piola que tenga inquietudes espirituales. 

¡Sean felices!

Rodrigo

domingo, 22 de mayo de 2016

CLASES SOBRE NIETZSCHE

Estimados, el sábado 18 de junio a partir de las 16hs empiezan mis clases de Nietzsche para principiantes. ¿Lugar? En el Café "La Poesía", ubicado en Chile 502, en San Telmo. 


¡Sean felices!

sábado, 21 de mayo de 2016

ALGUNOS COMIENZOS DE NOVELAS QUE LEÍ Y ME GUSTARON MUCHO

El orden es aleatorio, y no es ni pretende ser exhaustivo:

“Todas las familias felices se parecen entre sí, las familias desdichadas lo son cada una a su manera”. (Leon Tolstoi, Ana Karenina).

"Call me Ismael". (Herman Melville, Moby Dick, 1851)

 “Llega un grito a través del cielo. Ya ha ocurrido otras veces, pero ahora no hay nada con que compararlo” (Thomas Pynchon, El arco iris de gravedad, traducción de Antoni Pigrau). La edición original es de 1973.

“Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.” (Vladimir Nabokov, Lolita, Traducción de Francesc Roca). Se publicó originalmente en 1955.

“¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico”. (Julio Cortázar, Rayuela, 1963)

“Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto” (Franz Kafka, La metamorfosis). 

“¿Cómo se habían encontrado? Por casualidad, como todo el mundo. ¿Cómo se llamaban? ¡Qué os importa eso! ¿De dónde venían? Del lugar más cercano. ¿A dónde iban? ¡Acaso sabe nadie a dónde va! ¿Qué decían? El amo no decía nada, y Jacques decía que su capitán decía que todo cuanto nos acontece de bueno y de malo aquí abajo está escrito allá arriba, en el cielo”. (Denis de Diderot, Jacques el fatalista, allá por 1771, traducción de María Fortunata Pietro Barral). Creo que la versión original en francés se perdió, y hoy nos llegó la obra gracias a la traducción que hizo Goethe… o eso pasó con El Sobrino de Rameau… No recuerdo bien, si quieren chequearlo chequeelónc. La cosa es que ambas novelas de Diderot son hermosas.

“It was the best of times, it was the worst of times, it was the age of wisdom, it was the age of foolishness, it was the epoch of belief, it was the epoch of incredulity, it was the season of Light, it was the season of Darkness, it was the spring of hope, it was the winter of despair, we had everything before us, we had nothing before us, we were all going direct to heaven, we were all going direct the other way -in short, the period was so far like the present period, that some of its noisiest authorities insisted on its being received, for good or for evil, in the superlative degree of comparison only". (Charles Dickens, A Tale of Two Cities, 1859)

“If you really want to hear about it, the first thing you'll probably want to know is where I was born, and what my lousy childhood was like, and how my parents were occupied and all before they had me, and all that David Copperfield kind of crap, but I don't feel like going into it, if you want to know the truth”. (J. D. Salinger, The Catcher in the Rye, 1951)



"I wish either my father or my mother, or indeed both of them, as they were in duty both equally bound to it, had minded what they were about when they begot me; had they duly considered how much depended upon what they were then doing;—that not only the production of a rational Being was concerned in it, but that possibly the happy formation and temperature of his body, perhaps his genius and the very cast of his mind;—and, for aught they knew to the contrary, even the fortunes of his whole house might take their turn from the humours and dispositions which were then uppermost:—Had they duly weighed and considered all this, and proceeded accordingly,—I am verily persuaded I should have made a quite different figure in the world, from that, in which the reader is likely to see me" (Laurence Sterne, Tristram Shandy, 1759 a 1767)

"Una alegre y suave oleada eléctrica silbada por el despertador automático del órgano de ánimos que tenía junto a la cama despertó a Rick Deckard. Sorprendido -siempre le sorprendía encontrarse despierto sin aviso previo-, emergió de la cama, se puso en pie con su pijama multicolor, y se desperezó. En el lecho, su esposa Iran abrió sus ojos grises nada alegres, parpadeó, gimió y volvió a cerrarlos". (Philip Dick, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, 1968, traducción de César Terrón).

Y hay varios más, que pueden agregar ustedes o podría agregar yo mismo más adelante, si por algún milagro me viene un viento de anamnesis involuntaria.

En estos días estoy recuperándome de una gripe que no me deja en paz. Tengo los ojos rojos de tanto leer y mirar la pantalla, y un embole para siete personas. Ah, el de la foto es Herman Melville.

EL BOTIS. UN ARTISTA GENUINO

Aquellos que conozcan La Manzana Cromática Protoplasmática sabrán quién es "El Botis". Me acordé de este video, que había visto hace tiempo, charlando con un ser luminoso hace pocos días. 

Acá una canción que tocó en La Otra Radio, un sitio amigo de este blog: 





jueves, 19 de mayo de 2016

EL EGOÍSMO DE LOS PADRES

“El egoísmo de los padres –pues eso es en realidad lo que llaman sentimiento paternal- no tiene límites. Desde el punto de vista de la educación, el amor de los padres, por grande que sea, es más egoísta que el amor de un educador pagado, por pequeño que sea. Y no puede ser de otra manera. Al fin y al cabo, los padres no tienen plena libertad frente a sus hijos, como la tienen los adultos frente a un niño cualquiera, pues se trata de personas de su misma sangre, y, para complicarlo todavía más, de la sangre de los progenitores. Por ejemplo: cuando el padre (y con la madre pasa algo parecido) “educa”, encuentra en el niño cosas que ya odiaba en sí mismo y no pudo superar, y cree poder superarlas ahora en la persona del niño, pues este, por su debilidad, le parece más manejable que él mismo; y por lo tanto interviene con mano dura, sin esperar a que esa persona en formación se desarrolle por sí misma; o por ejemplo advierte con sobresalto que al niño le falta algo que él considera una virtud suya, y que por lo tanto (¡por lo tanto!) no puede faltar en su familia (¡en su familia!), y entonces empieza a inculcárselo, hasta que al final lo consigue, o mejor dicho no lo consigue, porque al inculcar la virtud destruye al niño… Ve en el niño solo lo que ama, y se aferra a lo que ama, se rebaja a la condición de esclavo, lo devora de puro amor.

Y esos son los dos instrumentos de educación de los padres, ambos frutos del egoísmo: la tiranía y la esclavitud en todos sus grados, una tiranía que puede expresarse con mucha ternura (“¡Hazme caso, te lo digo yo, que soy tu madre!”), y una esclavitud que puede ser muy orgullosa (“Eres mi hijo y por eso serás mi salvación”), pero, al fin y al cabo, dos instrumentos de educación terribles, dos instrumentos de antieducación, perfectos para aplastar al niño contra el suelo del que procede”.

FRANZ KAFKA

Es tonto que yo aclare esto, pero mis viejos son seres llenos de luz: nos han dado a mí y a mis hermanos todo el amor del mundo. Sólo que Kafka es tan pero tan groso que no podía no citarlo en este blog ecléctico que tengo.

miércoles, 18 de mayo de 2016

EL MATRIMONIO COMO LARGO DIÁLOGO

"Antes de contraer matrimonio deberíamos plantearnos la siguiente pregunta: ¿crees que podrás conversar animadamente con esta mujer hasta bien entrada la vejez? Todo lo demás es transitorio en el matrimonio, mientras que la mayor parte del tiempo de convivencia pertenece a la conversación". (Nietzsche, 1878, "Humano, demasiado humano").

SOBRE LA CLARIDAD

Creo que Nietzsche hablaba contra “esos filósofos que enturbian las aguas para hacerlas parecer profundas”. Eso no significa que haya que ser “fácil”: Marcel Proust, Kant, Montaigne, no son fáciles, pero son claros. La claridad consiste en ser lo más accesible posible, e implica un esfuerzo por parte del autor, para que el lector no se esfuerce inútilmente. Es el “arte de parecer sin arte”. Hay dos razones para intentar ser claros al escribir: por cortesía hacia el lector; y por exigencia hacia uno mismo al escribir. La oscuridad permite mejor el disfraz, en cambio la luz del día no perdona. Si somos claros y somos tontos, la claridad nos expone mucho más, y por eso requiere valor. Hasta en el fútbol existe esa “claridad”: los buenos jugadores son los que hacen parecer fácil una jugada muy difícil (Riquelme, Zidane, Messi).

Aquí había puesto algo sobre "lo complejo y lo complicado".


lunes, 16 de mayo de 2016

CELEBRITY DEATH MATCH VOLUMEN II: JULIO CORTÁZAR CONTRA ERNESTO SABATO

En consonancia con el posteo anterior, hoy mi espíritu chismoso-literario me lleva a verter las opiniones del amigo Julio Cortázar hacia el amigo Ernesto Sabato. A propósito, nunca averigüé si se escribe Sábato o Sabato, pero tampoco me quita el sueño:


Carta a su editor Francisco "Paco" Porrúa, París, 5 de enero de 1962

“(...) En el último término creo que habría que hacer hincapié en los aspectos digamos axiológicos del libro: la continua y exasperada denuncia de la inautenticidad de las vidas humanas (soliloquio de Oliveira en el cap 48. por ejemplo), y también (((((cosa importantísima en la Argentina))))), la ironía, la irrisión, la auto tomada de pelo cada vez que el autor o los personajes caen en la "seriedad" filosófica. Después de SOBRE HÉROES Y TUMBAS, vos comprendés que lo menos que podemos hacer por la Argentina es denunciar a gritos esa "seriedad" de pelotudos ontológicos que pretenden nuestros escritores”.


En la misma carta, Cortázar valora positivamente que le hayan hecho llegar la versión castellana de Ferdydurke de Gombrowicz. Justamente, un libro para nada "serio" y "sabatiano/unamuniano/sentimiento trágico de la vida". Más allá de que Sábato era amigo personal de Gombrowicz y Cortázar no, y de que incluso Sabato escribió un muy buen prólogo a Ferdydurke que pueden leer en la edición de Seix Barral. ¿Y qué tiene que ver la misa con la procesión? No sé, era un simple comentario al paso.


Carta Paco Porrúa, París, 19 de mayo de 1962

“En el viaje, Aurora y yo apechugamos y nos leímos la novela de Sábato. Mi impresión es que el hombre esta completamente piantado. Le ha salido una especie de folletín, pero sin el interés de un buen Poson du Terrail. Me asombra que una punta de amigos porteños me haya dicho que se trataba de "un libro importante”. La importancia en la Argentina se está poniendo irrespirable”.



En una posdata a Paco Purrúa en mayo del 63 le dice:

“Espero que Sábato y los demás presos hayan recobrado la libertad. Aquí no se sabe nada de lo que pasa”.


A Antón Arrufat, París, 10 de enero de 1964

"Me llegaron los últimos dos números de la revista. Está muy bien, me gusta mucho. Si yo fuera ensayista, me sentaría a la máquina a contestarle como se merece don Ernesto Sábato, cuyo artículo sobre Borges es bastante absurdo. Pero está muy bien que se haya publicado, porque a lo mejor algún otro se lo contesta, y además en América hay que provocar las buenas polémicas”.

Digresión: personalmente, me parece muchísimo mejor un libro como El factor Borges de Alan Pauls –curiosamente un tipo que me cae peor que Sabato, a quien le tengo más cariño- que todo lo que Sábato dijo sobre Borges. Las opiniones de Sabato sobre Borges son medio pavas, pero es una opinión personal.


Al director de cine Manuel Antín, París, 24 de enero de 1964

“Me divertí mucho con la frase de Mujica Lainez sobre el libro que le hubiera gustado escribir a Sábato. Me divertí porque en realidad debe ser cierto”.

Manuel Antín creo que es tío de Quintín (un alto pelotudo ese muchacho Quintín). Lo interesante es que, pese a su nivel extraordinario de fanatismo imbécil, Quintín escribe las mejores crónicas de fútbol que yo leí.


A Tomás Eloy Martínez, París, 15 de noviembre de 1964

"Sí, sé que Manuel ha terminado la película (La cifra impar). Me promete fotos y noticias, que espero con mucho interés. En cuanto a la divertida referencia que me hace usted a los "escritores lastimados", era previsible y estimulante. No puede haber cronopios sino hay famas, es la dialéctica de la especie. Ojalá los amigos de Sábato junten muchísimas firmas, llenas de vistosas rúbricas, y le hagan grandes banquetes de desagravio. Quiero pensar que él no tiene nada que ver con eso. Y además para repetir una frase que usted me ha oído con frecuencia, qu'est-ce que je m'en fout de tout cela...(que poco me importa todo eso)".


A Paco Purrúa, París, 27 de febrero de 1965

"Pido humildemente perdón por lo de HAM, pero los inventores somos así, unos distraídos. Como dicen que una palabra trae otra, HAM me trae ahora a Sábato, que ha andado por aquí desparramando ingenio en mesas redondas y conferencias; los que fueron dicen que eran excelentes, y no lo dudo porque el muchacho sabe exponer y tienen bien despejadas las circunvoluciones (...)
Volviendo a Sábato -que no me llamó, cosa que le agradezco pues poco creo que tenemos que decirnos los dos- me llegó una invitación de Nerio Rojas para que participara en una mesa redonda sobre la literatura argentina , a la que asistirían el pibe Ernesto, Bayón, etc. Contesté muy educadamente que lo que en realidad necesitaba la literatura argentina era una cama y no una mesa redonda, opinión que me valió un cavernoso silencio del célebre psiquiatra..."


A Francisco Porrúa, Saignon, 10 de mayo de 1966

“La otra noche me contó en París Mario Benedetti que el pibe Ernesto había dicho que yo tenía un estilo femenino que le recordaba a Katherine Mansfield. Si fuera cierto (lo de tener un estilo semejante) yo lo consideraría un elogio; pero ya se sabe que allá, junto al río inmóvil, hay que escribir como macho, che, o no valés nada. Pensar que si el pibe Ernesto llegara alguna vez a escribir una sola paginita como Simone de Beauvoir o Christiane Rochefort, estaría salvado para la literatura… Es divertido pensar que estos puntos se exasperan porque no les queda más remedio que boxear contra la sombra, con alguien que no les contesta y de cuando en cuando les larga un librito con paracaídas. Pero estoy gastando demasiado la cinta de máquina con cosas que no valen ni la mención”.



A Patricia y Mario Vargas Llosa, Londres, marzo de 1970


"Y ahora, Mario, un detalle que prueba el genio de los escritores argentinos (si fuera necesario probarlo todavía, después de Sábato y Mallea)... ."


Carta a Jean L. Andreu, París, 25 de mayo de 1973 (¡Oíd, mortales, el grito sagrado…!)

“Me dio un poco de pena comprobar en Buenos Aires hasta que punto los “pensadores” tipo Viñas, Sábato, etc., son olímpicamente ignorados por gente que está en otra cosa más inmediata e importante.”


Carta a Ángel Rama, París, 29 de enero de 1982


“La discusión con Liliana Heker me deja mal gusto en la boca, como por lo demás todas las polémicas. Tanta mala fe acaba por quitarte las ganas de poner las cosas en claro, pero la verdad es que entre los escritores que siguen en la Argentina hay muchos que, por razones de mala conciencia o de puro resentimiento, multiplican sus ataques contra los exiliados. Una vez más, los argentinos prefieren dividirse en cualquier campo en vez de hacer un frente contra el único enemigo que hay que combatir. Y ahora que les regalan (casi no hay otra palabra) un poco más de libertad, empiezan a sacar pecho y hasta dedicarles, algunos de ellos, sus nuevos libros a Walsh, a Paco Urondo o a Haroldo Conti, por quienes no hicieron un carajo cuando había que hacerlo. (Conste que no le pido heroísmo a nadie, empezando por mí mismo, pero hay límites para ciertas indecencias) Si no pudieron hacer nada antes, de acuerdo, puesto que aquello era un campo de muerte, pero que empiecen ahora a querer ser los patrones de la vereda, me parece repugnante en muchos casos que conozco. En otro terreno pienso en alguien como Sábato que ahora se pone al frente de un grupo de protesta por la cuestión de los desaparecidos, y que afirma con tanta frescura “que ya es tiempo de que en el extranjero se enteren de los que pasó en la Argentina”. ¿Y qué han hecho decenas y decenas de escritores y periodistas exiliados en estos años, sino denunciar diariamente en coloquios, diarios, radios y libros el drama argentino? Y me paro aquí porque me da asco seguir”.

Post Scriptum al volumen 1 y 2 de "Celebrity Deathmatch": si me piden una opinión, creo que las expresiones de Abelardo Castillo sobre la obra y la personalidad de Ernesto Sabato son mucho más interesantes, entre otras cosas porque el autor de  Cuentos crueles reconoce el talento que Sabato tenía como escritor, algo que no pasa con Borges ni con Cortázar.

domingo, 15 de mayo de 2016

LOS AMANTES

Harux y Harix han decidido no levantarse más de la cama: se aman locamente, y no pueden alejarse el uno del otro más de sesenta, setenta centímetros. Así que lo mejor es quedarse en la cama, lejos de los llamados del mundo. Está todavía el teléfono, en la mesa de luz, que a veces suena interrumpiendo sus abrazos: son los parientes que llaman para saber si todo anda bien. Pero también estas llamadas telefónicas familiares se hacen cada vez más raras y lacónicas. Los amantes se levantan solamente para ir al baño, y no siempre; la cama está toda desarreglada, las sábanas gastadas, pero ellos no se dan cuenta, cada uno inmerso en la ola azul de los ojos del otro, sus miembros místicamente entrelazados.

La primera semana se alimentaron de galletitas, de las que se habían provisto abundantemente. Como se terminaron las galletitas, ahora se comen entre ellos. Anestesiados por el deseo, se arrancan grandes pedazos de carne con los dientes, entre dos besos se devoran la nariz o el dedo meñique, se beben el uno al otro la sangre; después, saciados, hacen de nuevo el amor, como pueden, y se duermen para volver a comenzar cuando despiertan. Han perdido la cuenta de los días y de las horas. No son lindos de ver, eso es cierto, ensangrentados, descuartizados, pegajosos; pero su amor está más allá de las convenciones.

Juan Rodolfo Wilcock (1919-1978)

CELEBRITY DEATHMATCH: BORGES Y BIOY CONTRA ERNESTO SÁBATO

Recordar que quien escribe estos fragmentos de Borges es Bioy Casares, quien fue registrando su conversación en un diario muchas veces desopilante, fruto de varias décadas de amistad.

1948

Lunes, 12 de enero. Come en casa Borges. Me cuenta que a la tarde estuvieron en Sur Sabato y González Lanuza y que él de pronto comprendió que los aborrecía y se fue.

Miércoles 14 al domingo 18 de enero. Borges recordó la conversación de Sabato y Gonzalez Lanuza, ambos admirados con los capítulos de la novela de Sabato publicados en Sur (“La fuente muda”). Sabato habría preguntado si no sería demasiado fuerte. Borges me dice: “Muchos autores viven en el temor de que sus escritos sean demasiado fuertes y el peligro inevitable es que sean demasiado débiles”.


1950


Lunes, 10 de julio. Comen en casa Borges y Sabato; éste, groseramente elocuente, con indiferencia a la escasa calidad de lo que dice. 


Martes, 11 de julio. Come en casa Borges. Comentamos el carácter de Sabato. Según Borges, lo que está mal en él es que su conversación es demasiado anecdótica; se parece demasiado poco al pensamiento. 

BORGES: "¿Y por qué íbamos a compartir su indignación contra esa señora que pretendió corregirle un diálogo? ¿Quién escribe siempre tan perfectamente que nunca convenga corregirlo? ¿Quién pude estar completamente seguro de que el interlocutor lo cree infalible?".



Viernes, 11 de noviembre. Come en casa Borges. Refiere una anécdota de Sabato: A Barbieri lo nombraron director de El Hogar, a Sabato, de Mundo Argentino. Sueldo de director del primero, cinco mil pesos; del segundo, cuatro mil quinientos. Sabato entrevistó a Barbieri para explicarle que hay gente que ya habla de esa diferencia de jerarquía entre ellos, y que para acallar tales miserias -y no por el dinero, que no le interesa- convendría que Barbieri solicitara de las autoridades que el sueldo de ambos sea el mismo de cinco mil.

1956

Lunes 18 de junio. WILCOCK: "Cuando Sabato leyó Crimen y castigo, contó el hecho a todo el mundo". (...) BIOY: "Sabato se ha proclamado el Dostoievski argentino". (...) BORGES: ... por cierto que Sabato, con su escaso Túnel, no es un facsímil de Dostoievski".


Domingo, 22 de julio. BORGES: "Sabato dice que el escritor debe abandonar su torre de marfil y acercarse al pueblo. Anderson Imbert le respondió: 'Usted habla como un aristócrata. Yo no tengo que ir al pueblo, porque soy del pueblo. Creo que el pueblo se ha portado muy mal aquí y que debe tener conciencia de su culpa". 

Nota: Se sabe del furioso antiperonismo de Borges y Bioy. Ambos amigos eran más gorilas que Fer Iglesias. Recordemos que en 1956 ya se había producido el histórico bombardeo a Plaza de Mayo, destitución de Perón, proscripción del peronismo, etc. Para muestra, cito este fragmento: "Con Borges decimos que no se puede ser peronista, sin ser canalla o idiota o las dos cosas. Desde luego, no basta ser antiperonista para ser buena persona, pero basta ser peronista para ser una mala persona".


Martes, 31 de julio. (...) BORGES: "Van a nombrar presidente en la Academia Argentina de Letras. No me gusta nada la Academia. (...) Habría que llevar energúmenos: a Sabato o a Martinez Estrada. Hay una tradición argentina contra la Academia: Gutiérrez (Juan María) escribió en contra".


Viernes, 10 de agosto. BIOY: "(...) Sabato también desaparecerá, sin dejar rastro, después de la muerte. Es curioso el caso de Sabato: ha escrito poco, pero ese poco es tan vulgar que nos abruma como una obra copiosa". BORGES: "Nunca le tuve afecto. En cuanto a (José Luis) Romero, es un arribista, es un bruto, es un político, en el mal sentido de la palabra, y parece un rinoceronte o un jabalí...".


Jueves, 30 de agosto. Después del almuerzo hablo por teléfono con Borges. BORGES: "Sabato está loco. Renuncia. Obliga a otros a renunciar. Se enoja con los que no renuncian. Y organiza petitorios, con firmas, para que no le acepten la renuncia. Cuánta actividad. Lo más extraño es que para alguna gente, con todo esto, se vuelve simpático: los otros días, Wally dijo que Sabato está muy corrido (quiere decir experimentado en acepción criolla). BIOY: "Ya verás: va a quedar como el hombre que protestó por las torturas. Va a quedar en la Historia como un negro Falucho". (...)


Martes, 4 de setiembre. Comen en casa Wilcock y Borges. (...) BORGES: "Nunca hubiera creído que iba a odiar tanto a Sabato". BIOY: "A mí no me extraña. Nunca le tuviste buena voluntad. Y yo he hecho un descubrimiento: en contra de lo que se afirma, la antipatía está más cerca del odio que del amor". Se ríe y dice: "Tenés razón".


Sábado, 25 de agosto. (...) Hoy se habla de Sabato, de su grotesca actuación en una audición de radio, en la que pierde los estribos. Convenimos en que podríamos juntar firmas para un petitorio de los amigos de Sabato, para que le apliquen un puntapié de atrás.


1957


Jueves, 15 de agosto. Borges me llama por teléfono. Me dice: "En Azul y Blanco me atacan todos los días, en una suerte de folletín. ¿A que no sabés quién salió a defenderme? ¡Sabato! Qué porquería. Cualquier cosa, con tal de no quedarse quieto. Cómo no se da cuenta de que parece un payaso. Ahora aparece con careta. Se saca la careta y vemos que es Sabato. Ahora aparece de buzo. Se saca la escafandra y vemos que es Sabato. No aspira a ser majestuoso ni a mostrar una noble indiferencia.


Miércoles, 18 de setiembre. Comen en casa Bores y Peyrou. Cuenta Borges que Sabato se encontró con alguna amiga que llegaba de Europa y le preguntó cómo se comentaba en Europa el "asunto Sabato". La amiga le aseguró que no se comentaba. Sabato le explicó que ella no había frecuentado los círculos literarios: en éstos no se comentaba otra cosa. (...) BORGES: "(...) en el (deseo) de Sabato se advierte la influencia de una estúpida obsesión por la propia literatura". No sé por qué le interesa tanto Sabato.


Sábado, 21 de diciembre. (...) Recibió una carta de Sabato, en que éste le pedía que colaborara en una enciclopedia y le aseguraba que a veces llevado por la pasión política uno dice cosas que no piensa. Casi emocionado, Borges estuvo a punto de ir a darle un abrazo. Se encontró antes con Clemente, quien le dio una carta que había llegado a la Biblioteca; en esa carta el director de una revista colombiana ofrecía sus páginas a Borges para que éste refutara un artículo de Sabato. BORGES: "Te das cuenta. Parece loco. Con una mano escribe contra mí y con otra me escribe una carta amistosa. Además, ¿qué puede importar en Colombia su polémica conmigo? Yo mismo no recuerdo por qué empezó y no creo que sea muy interesante". BIOY: "Que falta de pereza". BORGES: "Es como un chismoso. Escribir sobre esa polémica no le cuesta nada. Le cuesta no escribir.



Las opiniones contra Sabato siguen, pero creo que ya pinté un panorama más que interesante. No tengo nada contra Don Ernesto Sótano (Casas dixit), pero me divierten las opiniones de Borges y Bioy. Parecen las vecinas chotas de la peluquería representadas en Cha Cha Cha:


DONDE FRIEDRICH NIETZSCHE NOS HABLA DE RAGNAR LODBROCK

Entre octubre de 1863 y marzo de 1864, Friedrich Nietzsche terminó de escribir La formación de la saga del rey ostrogodo Hermanarico hasta el siglo XII. Se trata de una composición esbozada hacia  julio de 1861, cuando el autor de El origen de la tragedia contaba con 16 años.


En ese escrito temprano, Nietzsche cita a Bragi Bodasson el Viejo (Bragi Boddason inn gamli), un poeta que sirvió en la corte de varios reyes suecos, entre otros Ragnar Lodbrok, Ósten Beli y Björn at Hauge, que reinaron en la primera mitad del siglo IX.



Como verán, el interés de Nietzsche por las conquistas bélicas, la mitología nórdica y germana y el culto al heroísmo es bastante temprano. 


No carece de buenas razones el amigo Nicolás González Varela cuando asegura que Nietzsche “fue el filósofo más genial de la antimodernidad”, un pensador profundamente reaccionario.


Años después, en Ecce Homo, Nietzsche nos dice:


“Dado que yo soy extraño, en mis instintos más profundos, a todo lo que es alemán, hasta el punto de que la mera proximidad de una persona alemana me retarda la digestión, el primer contacto con Wagner fue también el primer respiro libre en mi vida: lo sentí, lo veneré como tierra extranjera, como antítesis, como viviente protesta contra todas las ‘virtudes alemanas’”. (“Por qué soy yo tan inteligente”).


En varios fragmentos de su obra, Nietzsche elogió la cultura francesa, más precisamente la parisina, al tiempo que fustigó poderosamente rasgos de la cultura alemana. No dispongo de tiempo como para construir un relato que de cuenta de las rupturas y continuidades entre el “Nietzsche joven” y el “Nietzsche viejo” en relación a la cultura alemana. Algún día me gustaría profundizar en la crítica filológica de Nicolás González Varela, y contraponer su lectura a la de Gilles Deleuze en Nietzsche y la filosofía. No es algo que pueda hacerse en poco tiempo, sino todo lo contrario.


Por lo pronto, me permito recomendarles la lectura de la extensa entrevista que le hicieron a Nicolás González Varela.

¡Sean felices! 

ALGUNAS CUESTIONES SOBRE EL GUSTO, LA UTILIDAD DEL ARTE Y LA FILOSOFÍA QUE A UN CENICERO NO SE LE PLANTEAN JAMÁS

El gusto -musical, literario, artístico- como criterio de organización del mundo no sólo alude a la realidad, sino que nos habla acerca de quiénes están en condiciones de entenderse entre sí. Nos reconocemos unos a otros por lo que nos agrada y desagrada. A mí si alguien me dice que le gusta Spinetta y el fútbol, ya sé que probablemente con esa persona me voy a llevar más o menos bien, y probablemente muy bien.


En términos generales, me parece que los gustos están primero, y la justificación racional después. No es que nos gusta Floyd porque son buenos, sino que nos parecen buenos porque nos gustan. Es obvio que también existe la influencia de la opinión pública -ya sea para rechazarla o para seguirla-; la justificación racional de aquel crítico o artista que admiramos o el influjo tentador de la mina que nos gusta…


Tiene razón Sartre cuando sugiere que la literatura es ínfima frente al hambre de un solo niño. Tenía buenas razones Wittgenstein cuando, aborreciendo la inutilidad de la filosofía, encaró laburos más prácticos y sin duda más útiles como maestro escolar o enfermero de hospital. No podemos vivir sin pan, sin frutas, sin verduras. Podemos vivir sin libros. Sin embargo, una vez asegurado cierto bienestar material mínimo, para mí vivir sin poesía, sin música  y sin filosofía sería una verdadera garcha.


Luego está la cuestión respecto de que el contacto con el gran arte, pese a que complejiza y mejora tu sensibilidad, no necesariamente te hace mejor persona. Mi “hermano mayor”, Fabián Casas, escribió sobre su amigo Juan Desiderio:


“Siempre me llamó la atención Desiderio no sólo por su fantasía desbocada –sistemáticamente desbocada- sino por su gran corazón. Considero a la bondad como un don superior que sólo muy pocos pueden esgrimir. Entiendo por bondad como una natural disposición a perderse en el otro, a ayudar a los demás por encima de nuestra importancia personal. Existe la vocación de poder y la vocación de servicio”.


Es una reflexión muy linda, con la que no estoy totalmente de acuerdo pero sí en lo esencial.



El crítico literario George Steiner ha demostrado muy bien que las humanidades no siempre humanizan: el contacto con el arte con mayúsculas no necesariamente te hace más generoso, más solidario ni más democrático, e incluso hay varios casos donde se ha dado el proceso inverso. Muchos jerarcas nazis, luego de torturar a los prisioneros de los campos de concentración, volvían a sus casas, besaban a su esposa y a sus hijos y ponían música clásica. El campo de concentración de Buchenwald ("bosque de hayas") debe su nombre a un bosque por donde caminaban personalidades de la cultura alemana, como Goethe, Schiller, Herder, Schelling. Para decirlo con Benjamin (no Button sino Walter): "no hay documento de cultura que no sea, al tiempo, de barbarie".

LA LITERATURA ABURRIDA Y EL ESNOBISMO


Juan Carlos Gómez era amigo de Gombrowicz y propuso un anatema: jamás iba a leer un ensayo de un autor en el que más del treinta por ciento de sus palabras esté construido por la transcripción textual de la obra citada o glosada o criticada o algo con ada como pavada o nada. Ok, si es así entonces estoy al horno con papas, porque yo cito y robo y saqueo autores que da calambre. Los dejo en pelotas en el medio del camino, sin tan siquiera unas monedas para tomarse el bondi.


Parece ser que el aburrimiento era indigerible para Gombrowicz. Hacía esfuerzos para leer El proceso de Kafka, e incluso reconocía el talento del checo, pero no había caso. No sé hasta qué punto estaba queriendo provocar y hasta qué punto era sincero ni me importa.

La solución que su amigo Gómez dice que Gombrowicz propone en Ferdydurke consiste en presentar un plan de batalla  para apartar el aburrimiento de las bellas artes: convocar a los artistas a enamorarse de la inferioridad.


Por elección personal, que tienen derecho a no compartir, decido pasarme por las pelotas el anatema de Gómez y pongo otra cita de Fabián Casas:


“Cuando dejamos de vivir en estado de peligro o de incertidumbre y nos volvemos accesibles, entramos en la muerte de lo mejor de nuestro ser. Ser accesibles significa gastar a nuestros seres queridos, vivir la cultura del zapping. Estoy con vos, pero en cuanto me aburro, le mando un mensajito de texto a otro. No podemos estar juntos sin hablarnos, no podemos confrontar nuestro aburrimiento. La posibilidad de aburrirnos es intolerable, ya que todos vivimos en una pantalla de televisión y ahí el tiempo es tirano. ¡Que no nos manden a la tanda!”


¿Qué quieren que les diga? A mí eso de dividir la literatura en aburrida y divertida en una primera leída más o menos superficial me parece medio una pelotudez, aunque no niego que las opiniones de Don Witold me suelen dejar regulando. Ahora, ¿perderse de leer a Kafka o James Joyce por ese prejuicio tan pelotudo?


Parece ser que hacia 1934 “Gombrowicz ignoraba la existencia de Joyce y de Kafka, conocía muy poco del surrealismo y tenía unas nociones vagas sobre Freud, captaba lo que estaba en el aire, en las conversaciones y hasta en los chistes. El aparato formal que había puesto en movimiento era pues, en buena parte, de su propia cosecha”. Citado acá:


Tal vez lo interesante de leer a Joyce consista justamente en que se trata de un autor sin ninguna  clase de piedad para con el lector. Coincido con Carlos Gamerro cuando sugiere que no existe un autor que respete más a sus lectores que Joyce, porque no los respeta por lo que son, sino por lo que pueden llegar a ser.


Ahora bien, ¿qué nos quiere decir Gombrowicz? En cierto modo, cuando nos dejamos llevar por la opinión ajena, la percepción de la belleza entra en contradicción con la libertad de elegir. De ahí que Gombrowicz guste de la siguiente fórmula: TÚ NO ADMIRAS, TÚ QUIERES ADMIRAR. Es como si yo dijera: “a vos no te gusta el Ulises de Joyce, sino que te gustaría que te guste, o decís que te gusta para pavonearte, o para no sentirte solo”.


Entiendo que, en cierto modo, el artista tiene que superar la tentación de “ser aceptado” o de “ser escrito” por sus lectores. Sólo aquél que logra separarse de la gente y existir como un ser singular puede plasmar su personalidad en una obra de arte.


¿Mi opinión personal en relación con la cultura? Me sigue gustando más el ideal que concibe a la cultura y al arte como COMUNIÓN más que como ONANISMO. Una persona culta es aquella que sabe elegir compañía entre los seres humanos, entre las cosas, entre las ideas, entre los libros, tanto en el presente como en el pasado. El arte es importante porque forma parte de la vida, pero la vida es más importante que el arte.


En un próximo posteo me gustaría profundizar acerca de la recontraremilremanida cuestión sobre la utilidad del arte, para lo cual me pienso ayudar de algunas  intuiciones de Oscar Wilde, y de un libro muy lindo de Nuccio Ordine acerca de “la utilidad de lo inútil”.

Por hoy creo que ya escribí demasiado.


¡Sean felices!