domingo, 19 de octubre de 2014

ENTREVISTA A MARTÍN ZARIELLO

Entrevista publicada en mi blog anterior el 15 de agosto de 2011. La foto está currada de acá.

Hace ya algunos años, mantuvimos un dialogo con el escritor argentino Martín Zariello, alias "Corvino". Se trató de una charla virtual donde tocamos en profundidad todos los temas: la dificultad para masticar con elegancia sámbuches de miga de jamón crudo, el teorema de Gödel, la alteración de pi postulada por Adrián Paenza, la psiquis de Lilita Carrió, la enciclopedia china imaginada por Borges, los perros pekineses, la supersticiosa ética del lector y el estado actual del fútbol argentino...


Dialogamos también sobre la obra de Luis Majul y la magia de Ramón Ismael Medina Bello. Una diálogo imperdible donde sale a la luz toda mi enorme erudición y mi gran capacidad como entrevistador (?)

- ¿Qué aprendiste de la experiencia de ponerte un blog? ¿Conociste gente interesante?

Es un aprendizaje, intuyo, similar al que puede ocurrir en un taller de escritura (nunca fui a un taller de escritura pero sospecho). Exponés tus textos, los lectores te critican (siempre impiadosamente), intentás corregir ciertos defectos (aunque eso nunca termina). Creo que la principal enseñanza es que si vas a decir lo que querés, vas a tener que escuchar lo que no querés. Son las reglas del juego. Y conocí muchas personas, de las cuales unas cuantas son mis amigos.

- Al leerte se nota tu afición a Casas, Borges, Salinger y Bolaño. ¿Son los escritores que más te han influenciado y/o que más te gustan?

Esos junto a Cortázar, Bioy Casares, Ballard, Levrero y Antonio Di Benedetto son mis escritores favoritos. No sé si se nota la influencia, ojalá que sí.

-¿Coincidís con Casas en que la cultura debería parecerse al "bar de Star Wars"? O por decirlo con Borges: ¿"felizmente no nos debemos a una tradición, podemos aspirar a todas"?

Sí y tampoco nos queda otra. Estamos en un período cultural en el que por cierta sobre estimulación mediática tenemos mil cosas en la cabeza. Al mismo tiempo que escribís, mirás la tele, leés un blog, mandás un mensaje de texto. Y todo ese flujo de información convierte tu cabeza en una pelotita de pinball que salta del partido de River a una novela de Bolaño y de ahí a Lost. Te digo mis aficiones favoritas, pero creo que todos estamos en el mismo guiso. Cambiá Boca por River, una novela de Bolaño por una de Pamuk, Lost por House. Por otro lado, no sé qué será la cultura y tampoco quisiera saberlo.

-Si te vieras obligado a quedarte un año en una isla desierta que cuente con electricidad pero sin conexión a Internet: nombra 10 dvd's, diez discos y diez libros que te llevarías si eso ocurriese este año...

Esto es muy difícil y muy entretenido:

Discos: Hot Rats (Frank Zappa), París 1919 (John Cale), Yendo de la cama al living (Charly), Muerte en la Catedral (Litto Nebbia), Abbey Road (The Beatles), Is This It (The Strokes), Libertango (Piazzolla), Plastic Ono Band (Lennon), Pescado 2 (Pescado Rabioso), David Lebón (David Lebón)

Libros: Otras inquisiciones (Borges), 2666 (Bolaño), Nueve Cuentos (Salinger), La Novela Luminosa (Levrero), La isla de Cemento (Ballard), Borges (Bioy Casares), Final del Juego (Cortázar), Juan Raro (Olaf Stapledon), Los Suicidas (Antonio Di Benedetto), Horla City (Fabián Casas).

Dvd's (Películas): Solaris, Blade Runner, El día de la marmota, Último tango en París, Alta Fidelidad, Indiana Jones, American Splendor, Volver al futuro (I, II y III).

-Interesante. A mí de Zappa me gusta mucho “Sheik Yerbouti”, pero coincido con Hot Rats. Hay discos de Zappa que son difíciles de bancar enteros, como “Jazz from hell”, pero a “Hot Rats” puedo escucharlo más de una vez (creo que ahí estaba el tema “Peaches in regalia” que me encanta). Curioso que, en relación a Spinetta, no hayas elegido “Artaud” o “El jardín de los presentes” de Invisible. “Alta Fidelidad” es buenísima: sé que está basada en un broli de Nick Hornby, autor que tengo pendiente.

-No me gusta todo de Zappa. A partir de fines de los 70’ tiene una etapa media heavy que nunca toleré. Yo escuchó más que nada los primeros discos de Mothers of Invention (Freak Out, Absolutely Free, etc.) y otros de los 70 que son geniales: Chunga's Revenge, Apostrophe, etc. Creo que es lo más “fácil”, las cosas más instrumentales (fuera de Hot Rats que es imposible que no le guste a alguien) me cuesta más engancharme.

-Con Fabián Casas te unen, según mi opinión, varias "afinidades electivas", por llamarlas con un término nacido de un químico y popularizado alguna vez por Goethe: a ambos les gusta Frank Zappa, Spinetta, Charly García, los Beatles, Salinger, Borges... ¿Cómo llegaste a la obra de Casas? ¿Qué creés que te aportó como escritor?

Primero como letrista de Pez. Después apareció El Bosque Pulenta en una edición de la revista La Mano. Me gustó muchísimo. Y después en la facultad hice un taller de poesía de los 90' y pude leer Tuca, El Salmón y sus libros de poesía. Casas aporta muchísimo a todos sus lectores: conocés escritores, películas, aprendés a pensar por fuera de la Matrix. Para mí es un capo.

- Coincido, además cuando uno lo lee no siente a un escritor en Martín “Cholo” Posse… es el anti Andahazi (?) Me cae muy simpático, incluso cuando le oigo decir que escribe sobre lo mismo porque dice no tener imaginación. Me encantó esa respuesta. ¿Sos de leer libros de sociología, filosofía o ciencias sociales, o te centrás más que nada en la literatura?

Soy de leer libros de ensayos, que mezclan un poco la sociología con la filosofía y las ciencias sociales. Me gusta Barthes (principalmente) y algo de Lipovetsky y Foucault y Benjamin. Soy estudiante de Letras, qué le voy a hacer. Pero aunque me gustaría, tengo un gran deficit de comprensión como para leer a Hegel. No lo descarto en un futuro incierto.

- Benjamin es un crack, y Barthes y Foucault escriben muy bien. Justo elegiste autores que cuidan la forma tanto o más que el contenido, por decirlo de algún modo. Bourdieu, ponéle, me gusta mucho pero escribe bastante áspero. Hegel es como Zappa: entre el quilombo de las cosas que dice, de repente aparece una frase hermosa… sólo que hay que buscar y buscar y somos seres mortales, y cada libro que leemos es uno que no leemos, y etc. Yo me dejé fascinar por “Mimesis” de Auerbach, “Paideia” de Jaegger o “El queso y los gusanos” de Ginzburg…. Me dan envidia tipos que pueden escribir esos libros. ¿Y de David Viñas o Josefina Ludmer leíste algo?

Sí, de Barthes disfruto la forma en que escribe, es teoría con aliento narrativo. De Ludmer no leí nada. De Viñas, Cuerpo a Cuerpo, para la universidad. Y tengo varios libros de él que nunca agarré, no me interesa mucho como narrador, creo que es más interesante como crítico y como personaje.

-¿Te sirvió de algo cursar letras en la facultad?

Si, te da la posibilidad de acceder a un paneo de la historia de la literatura y de leer ciertos textos canónicos que fuera de la carrera nunca tocarías. Está bien. Probablemente nunca me reciba, pero no reniego de Letras.

- ¿Le das pelota a la crítica literaria?

¿Te referís a si la leo? No mucho, no me enganchan demasiado los textos académicos, generalmente manejan una prosa casi asexuada a la que, como lector, gambeteo. Aunque no podría decir que no me interese, no está entre mis prioridades.

- ¿Cuál es la diferencia entre un "escribidor" y un escritor?

Bolaño sabe.

-Jaja, sí. Te lo cito: “ Una escritora es Silvina Ocampo. Una escribidora es Marcela Serrano. Los años luz que median entre una y otra”

- ¿Qué es para vos la patria?

Nunca pensé en esos términos.

- ¿Qué es para vos la literatura argentina?

Borges y 10 más.

- ¿Bioy Casares, Casas o Cortázar?

Cortázar, porque lo leí en la adolescencia.

- ¿Salinger o Kafka?

Salinger, porque me llega más, pero El Castillo es genial.

- ¿Bob Dylan, Leonard Cohen o los Beatles?

Los Beatles. Dylan y Cohen me gustan, pero de los Beatles escuché cada disco 700 veces.

- ¿Lennon o Harrison?

Lennon. Los que eligen a Harrison se hacen los raros.

- En 500 days of summer, Zoey Deschanel admira a Ringo Starr. Una desubicada total, decí que es hermosa y entonces le queda bien cualquier cosa.

-Si, ése es el colmo de la esnobidad: no elige a Harrison, elige a Ringo. Que se vaya a cagar.

- ¿Los Redondos, Charly o Spinetta?

Charly, sin dudas. Es un hombre que entiende la sensibilidad humana. Los Redondos me encantan también.

- Asumo que no te interesa demasiado el "consumo cultural culpable", pero... ¿qué libros "insoslayables" tenés pendiente leer?

Miles. Viaje al fin de la noche, de Céline. El Quijote. La Biblia. No sigo porque me deprimo.

- Hay escritores que para mí son geniales pero con quienes probablemente no sería lindo tomarse una birra… Fernando Pessoa, suponte. Escribe cosas como: “Escribo demorándome en las palabras, como ante vidrieras en las que nada veo, y son medio-sentidos, cuasi-expresiones lo que me queda, como colores de telas que miré sin ver, armonías exhibidas y compuestas de no sé qué objetos. Escribo acunándome, como una madre loca a un hijo muerto”. Para mí es un recontra capo, pero te bajonea. ¿Leíste algo de Pessoa? 

- Nada de Pessoa, poemas sueltos.

FÚTBOL

- Más que la contraposición Borges/Arlt o Florida/Boedo, me acuerdo de corrientes literarias como la de Bielsa y el Coco Basile. Bielsa al burrito Ortega: “burro, que la recepción sea vertical”. Ahí el burro se puso mal, se deprimió, viajó en la máquina del tiempo al mundial anterior, le pegó un cabezazo al arquero de Holanda, lo rajaron y quedamos afuera. Y el Coco a Ramón Ismael Medina Bello: “Mencho, entrá, hacé barullo y metéla”. ¡Un groso! ¿Creés que Bielsa es un personaje de Philip Dick?

- A mí no me gusta mucho Bielsa y menos los bielsistas, que son parecidos a los fans de Favaloro. Esa idea de que el país debería pedirles perdón y son la reserva moral de no sé qué. Tienen un dogmatismo insoportable. Y sí, Bielsa podría haber sido un personaje de Dick.

- ¿Qué es Aguilar en tu vida?

- No es nada, tampoco es mucho, es, simplemente es.

- Definí en pocas palabras cinco ídolos de River que te hayan marcado para siempre.

- Medina Bello: fui a ver de chico un Racing-River en el Mundialista, le pegó un pelotazo a un jugador contrario y lo desmayó.

Ortega: Es Dios.

Francescoli: Es parecido a Dios.

Gerlo: No es Dios, ni parecido, pero es Gerlo.

Pereyra: Es el futuro.

- Formación del mejor River que has visto jugar

De memoria: Bonano; Hernán Díaz, Berizzo, Celso Ayala, Sorín; Berti, Astrada, Monserrat; Ortega, Salas y Francescoli.

- ¿Le tenés bronca a JJ López? ¿Te irías a las manos con el negro?

No, lo acompaño en el sentimiento.

DOS PELÍCULAS QUE NOS LLENAN DE MIEL EL ALMA: FORREST GUMP Y SOMEWHERE

Este finde tuve la suerte de volver a ver dos de las películas más bellas y poéticas de los últimos treinta, ¿qué digo treinta? ¡Setenta años! 

Forrest Gump (1994) es una película dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Tom Hanks. El personaje central es un tipo lo suficientemente pelotudo como para no poder entender ni media página del "Tractatus" de Wittgenstein, pero no tan gil como para ser impermeable a la comprensión de un artículo de Majul traducido al inglés. Forrest es tierno, sensible, generoso, fiel, optimista y, al igual que Mascherano, tiene una voluntad a prueba de adversidades.


La película nos enseña como un infradotado puede ser capaz de casarse con una hippie rubia que está más buena que el pan con manteca, tener un nene hermoso e inteligente, hacerse millonario pescando camarones con un  minusválido ex combatiente de Viet Nam, estrecharle la mano a Kennedy, ser campeón de ping pong y trotar dando la vuelta al mundo sin saber para qué carajo está corriendo. Y es que, ¡seamos sinceros! Todos somos un poco como Forrest: seres que corren de un lado a otro sin rumbo fijo sin tener muy claro el para qué.  

Un canto a la vida, a la importancia de vivir el presente, y a que si nos esforzamos y somos pacientes podemos ser artífices de nuestro propio destino, e incluso invertir parte de nuestra guita en la compra de acciones de Apple.

La moraleja es que debemos ponerle garra a cada cosa que hagamos, tratando siempre de ser buenos y de asumir que uno jamás sabe qué bombones le tocarán en la caja, ni cuantos caramelos habrá en el frasco.

Y pensar que uno se exalta puteando a jugadores de fútbol porque erran pases al compañero que está a un metro, y no se da cuenta de lo que realmente vale la pena.

Una de las escenas que más me conmovió fue cuando Jenny le regala un par de zapatillas Nike para que salga a correr, y también cuando él le propone matrimonio: “no seré muy inteligente pero sé lo que es el amor”. ¡Si me habré levantado minas con esa frase!

-Hola linda, “no soy muy inteligente, pero sé lo que es amar”.

-Todo bien pelmazo, pero estoy con mis amigas, preferiría que te vayas.

-Ok, disculpá loca, ¡me re fui de mambo!

Gracias a la vida, que nos ha dado tanto, nos ha dado la risa, y nos ha dado el llanto, y también nos dio una nueva película de Sofía Coppola: Somewhere (2010).


La nueva peli de Sofi narra la vida de Johnny Marco, un actor hollywoodense divorciado, padre de una nena preciosa, inteligente y afectuosa. El tipo no le encuentra sentido a vivir, no entiende de dónde venimos ni para qué estamos y cree que es un bueno para nada.

Se aburre de manejar un autazo, de trincarse modelos esculturales y se siente solo y triste acá en este mundo abandonado, tiene una idea y es la de irse al lugar que él más quiera, para lo cual construirá un yate y se irá a naufragar.

Afortunadamente llega para rescatarlo su hijita Cleo, que tiene nombre de pececito de cuento infantil llevado al cine por Disney y es re divina. Con su ejemplo de vida, la blonda pequeñita le hace comprender la importancia que tienen las pequeñas cosas, como la amistad, el amor, la ternura y compartir un rato con papucho en una estancia en Italia en un terrible hotel cinco estrellas.



¡Viva el cine, viva la vida! ¡Viva Robert Zemeckis y Sofía Coppola, que en lugar de estar escribiendo pavadas en un blog que no lee nadie, se dedican a llenarse de guita produciendo obras de arte!

Comentarios: 

Flaco, sos un resentido, un snob, un pedante y un imbécil. Forrest Gump es hermosa. Y si no te  lee nadie es porque sos un gil de caucho y porque escribís para el orto (Anónimo).

A mí me gustó más "Lost in traslation", pero "Somewhere" se deja ver. La actuación de Elle Fanning es genial. Forrest Gump me pareció entretenida, y en algunas partes lloré muchísimo. (Samantha de Wilde).

Infeliz, Forrest Gump se trata de una sátira al modo de vida americano. Y "Somewhere" tiene una fotografía de puta madre. Y la mina relata lo que le pasa a ella, si vive en Hollywood y tiene guita no tiene porqué hacerse la proletaria. (Hernán, de Villa Soldati)

miércoles, 15 de octubre de 2014

EL ESTUDIOSO. HOKUSAI

Desde los seis años sentí el impulso de dibujar las formas de las cosas. Hacia los cincuenta, expuse una colección de dibujos; pero nada de lo ejecutado antes de los setenta me satisface. Sólo a los setenta y tres años pude intuir, siquiera aproximadamente, la verdadera forma y naturaleza de las aves, peces y plantas. Por consiguiente, a los ochenta años habré hecho grandes progresos; a los noventa habré penetrado en la esencia de todas las cosas; a los cien, habré seguramente ascendido a un estado más alto, indescriptible, y si llego a ciento diez años, todo, cada punto y cada línea vivirá. Invito a quienes vivirán tanto como yo a verificar si cumplo estas promesas.

Escrito a la edad de setenta y cinco años, por mí, antes Hokusai, ahora llamado Huakivo-Royi, el viejo enloquecido por el dibujo.

Hokusai murió a los ochenta y nueve años de edad.

Traducido de la versión alemana de Paul Adler y Michael Revlon, aparecida en Japanische Litteratur, por Borges y Bioy Casares.

NUNCAN SOPLAN VIENTOS FAVORABLES PARA UN BARCO SIN RUMBO

El ocio improductivo se parece a una culpa que no te impide cometer el pecado, pero sí disfrutarlo. Lo sabemos muy bien: nunca soplan vientos favorables para un barco sin rumbo. Como pasa ahora con Boca desde que se fue Juan Román.


Y si ese barco no es un barco sino un joven con tendencias depresivas, que terminó la secundaria durante el alfonsinismo, cursó algunas materias de filosofía y no tiene laburo, sus opciones suelen reducirse a: leer, escribir, escuchar música, deprimirse, masturbarse, aburrirse,  tomar cerveza y drogarse.


“Yo estoy, desde hace meses, hundido en el ocio. Como, cago, duermo; soy una biología que no tiene rumbo”.

El protagonista vive en una casa enorme del barrio de Boedo, con su papá y su hermano. El relato, según el propio autor, tiene mucho de autobiográfico:

“Después viene esta parte en la que estoy, una mezcla de adolescencia y juventud, siempre imprecisa, a la que no le encuentro la vuelta. En realidad, la vuelta sería trabajar. Tener un trabajo te fija, te da cierta regularidad, te eleva frente a tus familiares.

(…) cuando salí de la secundaria, me anoté en la facultad de Filosofía. Cursé tres años y me fui dos de viaje. Cuando volví, al poco tiempo, murió mi mamá y mi familia se desintegró”.

La madre había sido como la Brujita Verón para Estudiantes: la persona que hacía funcionar a los diversos integrantes. Al  morir, su esposo y sus dos hijos quedaron sumidos en la soledad y la incomunicación.

"Quiero decir: seguimos viviendo bajo el mismo techo, pero cada uno en su zona, conservando ciertas costumbres, más por inercia que por convicción".

Aunque había sido hermosa en su juventud, con el tiempo se fue convirtiendo en un electrodoméstico de carne, hasta terminar muriendo de hipertensión arterial.

No se puede negar que el autor/protagonista escucha muy buena música: 

“Puse, de un saque, Rubber Soul, de los Beatles; Ratas Calientes, de Frank Zappa; Zeppelin 1 y 2; Desatormentándonos, de Spinetta y Let It Bleed, de los Stones”.

Hay fragmentos que son dramáticos, y otros que te hacen reír:

"Y no eran músicos: no tenían melodías, no tenían estribillos. Era como escuchar conciertos de broches o de tenedores. Roli mismo, sin saber ni una nota, tocaba el bajo en un grupo de vanguardia que se llamaba "Los Truhanes". Yo los había ido a ver un par de veces porque no tenía nada que hacer.

(…)

Como tenía miedo de perder el último colectivo, le dije a Roli que me iba a casa. "Si es tu deseo", dijo. Cuando le pegaba el porro empezaba a hablar con el tono afectado de los actores en las películas argentinas. Así que me paré para irme y él me pasó un paquetito. Lo metí como venía en el bolsillo de la campera. Nos despedimos, crucé una avenida mal iluminada y me subí al 53 que calentaba el motor en la parada. El colectivo estaba recién lavado y semivacío. Me senté en el último asiento individual y cerré la ventanilla que algún esquimal había dejado abierta".

Una lectura que nos ayuda a entender, por si hiciera falta, hasta qué punto la humanidad consiste en saber que somos parte de una misma penuria.

¿PARA QUÉ SIRVE LEER FILOSOFÍA?

Cuando nos olvidamos por completo de que la vida suele ser una mierda -porque el día está soleado, porque estamos enamorados y somos correspondidos, porque es viernes a la noche, porque ganó Boca y/o porque inexplicablemente ningún cristiano se apersonó a la mesa de entradas de Tribunales a rompernos las pelotas con un cheque urgente que no está en letra - la filosofía no tiene mayor importancia. La respuesta se cae de madura: cuando estamos felices no filosofamos, no le pedimos peras al olmo ni explicaciones al mundo; sencillamente disfrutamos de nuestra felicidad.

Sin embargo, ninguno de nosotros soportaría una sucesión infinita de momentos felices; entre otras cosas porque la felicidad humana surge del contraste con momentos tristes, aburridos o triviales. La vida moderna nos da unos seis o siete minutos de felicidad por año. ¿Y qué hacemos el resto del tiempo? Hacemos cosas trascendentes como sacarle fotos al espejo para subirlas al perfil de Facebook, empezar el gimnasio para enseguida dejarlo, mirar a Tinelli o votar a Lilita Carrió… Y también, claro está, nos damos tiempo para filosofar.

EL ORIGEN DEL FILOSOFAR

A pesar de la ansiedad y el barullo cotidiano, es inevitable que, en algún momento de nuestra existencia, nos preguntemos por el sentido de haber venido al mundo: ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Existe Dios? ¿Qué sentido tiene envejecer y morir? ¿Para qué sirve el dolor? ¿Cuánto falta para llegar?, ¡quiero ir al baño! ¿Por qué existe el ser y no más bien nada? ¿Qué hago mirando jugar a Boca, si son once pollos sin cabeza que no saben para dónde agarrar?

En la modernidad, los deseos suelen ser mucho mayores que los medios de satisfacerlos: “es linda, pero medio pelotuda”; “son pocas horas, pero pagan una miseria”; “pagan bien, pero te exprimen hasta el agotamiento”; “está rico, pero engorda”; “es linda, simpática e inteligente, pero ni borracha me da pelota”. En definitiva, siempre nos faltan cinco para el peso.

Lo que torpemente estoy tratando de decir, indiferente lector -que a esta altura ya te habrás ido- , es que la filosofía, como la religión o el arte, surge de nuestra insatisfacción, de nuestro carácter de seres mortales, “crudos”, a medio hacer. Si fuéramos eternos y omnipotentes no hubiéramos creado la música, ni las artes, y tampoco existiría la filosofía. Debemos admitir además que la filosofía, por lo común, no sólo no nos tranquiliza, sino que nos suele llenar de incertidumbre. Pero es una incertidumbre vital, incluso necesaria.

El filósofo alemán Karl Jaspers dice que el origen del filosofar es múltiple: 

“Del asombro sale la pregunta y el conocimiento; de la duda acerca de lo conocido el examen crítico y la clara certeza; y de la conmoción del hombre y de la conciencia de estar perdido la cuestión [acerca] de sí mismo”.


EL SABER COTIDIANO, LA CIENCIA Y LA FILOSOFÍA

A diferencia del periodismo, que está en permanente estado de respuesta, la filosofía se cuestiona todo: los valores dominantes, el dolor, el placer, la moral, el conocimiento, el sentido del ser... El conocimiento práctico debe ser necesariamente útil: si subimos a un bondi, sabemos que al tocar el timbre le estamos avisando al chofer que debe detenerse en la parada correspondiente; si nos llega una factura, sabemos que no pagarla acarrea una sanción, y así. La filosofía, en cambio, es un conocimiento inútil. La actitud de los filósofos es la puerilidad. Somos pueriles cuando somos ingenuos, cuando somos curiosos como los niños, cuando estamos abiertos a la escucha del mundo.

Otra de las maneras de comprender mejor qué cuernos es la filosofía, es compararla con la ciencia. El terreno científico está inmerso en la corriente del progreso, en cambio en filosofía –al igual que ocurre con el arte- no cabe hablar de progreso, al menos no en el mismo sentido. Una obra de arte realmente lograda no envejece nunca. El sujeto, a través del tiempo, podrá apreciar de manera diferente el impacto que esa obra le produce en lo personal, pero nadie diría que la música de Beethoven significa un progreso respecto de la de Mozart, que Dalí es mejor que Miguel Ángel o que la obra de Kant implica una superación del platonismo. Aún hoy, y seguramente mañana, la humanidad seguirá estudiando las grandes obras de Aristóteles, Platón, Kant o Nietzsche.

Otra diferencia es que en la ciencia no existe pregunta por el sentido. Un médico, en tanto que médico, debe tratar de aplicar una técnica para encontrar una cura, pero no puede decirle a su paciente si la vida vale o no la pena de ser vivida. Los científicos, más que interpretar la realidad, lo que hacen es tratar de manipularla. Me dirán: para incidir sobre la realidad hay que conocerla. Ok, lo que intento sugerir es que la racionalidad científica es instrumental, no busca razones últimas, metafísicas.


LOS COMIENZOS DE LA FILOSOFÍA EN GRECIA

En los orígenes griegos, se dice que la filosofía debe entenderse como el pasaje progresivo del “mito” al “logos”: de explicaciones arbitrarias y tradicionales, el hombre pasa a otras más lógicas y razonadas. Se trata de un proceso histórico que se da en forma paulatina, por eso es que el mismísimo Platón, al igual que Caruso Lombardi, se sirve de las explicaciones míticas para ilustrar algunos de sus argumentos.

Los mitos son relatos fabulosos que dan respuesta a cuestiones que inquietan a los seres humanos. Los mitos griegos, por ejemplo, explican el origen del cosmos, cuándo fue creada la primera mujer, la invención del fuego, el origen del mal… En general, las desgracias míticas se relacionan con caprichos, enojos o castigos divinos. En el relato mítico pueden convivir explicaciones diversas, incluso incompatibles entre sí. Tomemos el ejemplo de Afrodita, la diosa del Deseo: algunos afirman que surgió de la espuma que rodeaba los genitales de Urano cuando Crono los arrojó al mar. Otros dicen que Zeus la engendró en Dione, y que es hija, bien de Océano y la ninfa marina Tetis, o bien de Aire y Tierra.

En el “logos”, en cambio, las explicaciones diferentes no son compatibles. El término “logos” no tiene una equivalencia exacta en castellano, pero se puede traducir como “orden”, “palabra”, “ley”, “discurso”, “razón”. Explicar el mundo a través del logos es creer que el cosmos sigue un orden, una ley, que puede ser conocida por el hombre a través de la razón, y la puedo explicar sirviéndome del lenguaje.

Los primeros filósofos griegos nacieron en Jonia, no en Atenas. Eran tipos que estaban en contacto con viajeros de Oriente: veían camellos, pirámides, escuchaban historias. El quía que pasa por ser el primer filósofo se llamó Tales, y fue quien dijo que el origen del cosmos estaba relacionado con el agua, mal que le pese a más de un hippie (?).



Otro día sigo, ahora no tengo tiempo. ¡Sean felices!

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lunes, 13 de octubre de 2014

LOS ENEMIGOS

Primero, el niño capturó a la araña. La encerró en una pequeña caja. Después, capturó a la mosca. La encerró en otra pequeña caja. Días después, las miró. La araña le pareció capaz de atacar; la mosca, capaz de defenderse. Puso a los dos adversarios en un tarro de vidrio y esperó.

No ocurrió nada el primer día.

El niño resolvió aguardar unos días más. Separó a la araña de la mosca, las dejó crecer.

En tres días, los insectos fueron creciendo. La araña se volvió más y más capaz de matar; la mosca, de no dejarse matar sin dar pelea.

Una noche, por fin, el niño decidió actuar. Metió por segunda vez en el tarro a la mosca y la araña.

Nada ocurrió. Los días pasaban.

El niño se vio obligado a cambar el tarro por una diminuta pecera. Y allí introdujo a los dos personajes de ese drama que, tarde o temprano, estallaría.

El niño pasó la noche entera esperando que se iniciara el drama, con los ojos contra el vidrio de la pecera.

La araña había anidado en un rincón. La mosca estaba en otro rincón, algo más alto.

Cosa extraña, no se miraban. Se diría que contemplaban más allá del vidrio; sonriente, el niño se preguntó qué observaban, qué aguardaban.


Se formuló estas preguntas durante horas. Luego, extenuado, agotada su paciencia, con los ojos cansados de curiosear, cayó dormido.

En ese instante, la araña se movió y avanzó hacia la mosca. La mosca también se movió y avanzó hacia la araña. Los dos insectos se colgaron del vidrio de la pecera, destrozaron la tapa de su prisión y, en seis minutos, devoraron al niño.

JACQUES STERNBERG (BÉLGICA, 1923-2006)

domingo, 5 de octubre de 2014

EL OTRO COMO AMENAZA Y NO COMO PROMESA

La persona que cree vivir en el peor de los mundos posibles, efectivamente vive en el peor de los mundos. Aquellos que creen que "este país es una mierda", efectivamente viven en un país de mierda. Somos seres emocionales que aprendimos a pensar, y no máquinas pensantes que sentimos. Esto que digo explica un poco la frase de William James que dice que solemos confundir "pensar con re-ordenar nuestros prejuicios". Casi siempre vemos lo que tenemos ganas de ver. Por eso tengo una visión crítica de los medios: porque suelen estimular la intolerancia, el miedo y la paranoia de nuestra población. En la visión de cierta mirada hegemónica, pareciera que el otro debe ser casi siempre una amenaza y casi nunca una promesa.