lunes, 3 de octubre de 2016

ROBERTO BOLAÑO NOS HABLA DE MARK TWAIN

"A mí no me importa a qué raza pertenece: si es blanco, negro o amarillo. Es un hombre y no puede haber nada peor" nos decía, con su contundencia y lucidez habitual, nuestro amigo Mark Twain. 

Según Bolaño, los novelistas norteamericanos tienen dos grandes horizontes que les hacen de faro; dos grandes estructuras, dos grandes destinos literarios: Moby Dick de Herman Melville, y Las aventuras de Huckleberry Finn del gran Mark Twain:

“El primero es la llave de esos territorios que por convención o por comodidad llamaremos los territorios del mal, allí donde el hombre se debate consigo mismo y con lo desconocido y generalmente acaba derrotado; el segundo es la llave de la aventura o de la felicidad, un territorio menos acotado, humilde e innumerable, en donde el personaje o los personajes ponen en movimiento la cotidianidad, la echan a rodar, y los resultados son imprevisibles y, al mismo tiempo, reconocibles y cercanos”.


Como muchos habrán notado, hoy volví a leer “Nuestro guía en el desfiladero”, un artículo que está en Entre paréntesis, donde Roberto Bolaño nos habla de Las aventuras de Huckleberry Finn.



Mark Twain nos deja ver la magia de la amistad a través de la relación que tienen Jim -un esclavo negro- y Huck, un huérfano pobre: 

“(...) una amistad que es también una lección de civilización de dos seres totalmente marginales, que se tienen el uno al otro y que se cuidan sin ternezas ni blanduras de ningún tipo, como se cuidan entre sí algunos fuera de la ley, es decir más allá de los límites de la gente decente, pues Las aventuras de Huckleberry Finn no es una novela para gente decente sino más bien todo lo contrario, y eso es curioso, pues el éxito de esta novela entre gente decente, que al fin y al cabo son los compradores y consumidores de novela, fue enorme, la novela se vendió (y se sigue vendiendo) en cantidades astronómicas, lo que dice mucho de las pulsiones secretas de la gente decente o de la clase media, esa clase media hacia la que todos nos encaminamos, como soñaba Borges, y sin duda se leyó poco en los círculos más frecuentados por Huck, es decir entre los adolescentes hijos de padres alcohólicos y maltratadores huidos de casa, o entre los estafadores y malhechores, o en el círculo de los negros, aunque según Chester Himes la suerte de Las aventuras de Huckleberry Finn en las bibliotecas de las cárceles de Estados Unidos no es mala”.


Recuerdo que en sus Ensayos, Montaigne le daba más importancia a la amistad, fundada en la comunicación, que a las relaciones filiales, “fundadas en el respeto”. El tipo decía que la comunicación “no puede encontrarse entre hijos y padres por la disparidad que entre ellos existe, y además porque chocaría los deberes que la naturaleza impone”. Y más adelante medio que se va a los caños para apoyar su argumentación con algunos ejemplos históricos ilustres más bien extremos:


“Pueblos ha habido, en que, por costumbre, los hijos mataban a los padres, otros en que los padres mataban a los hijos para salvar así las querellas que pudieran suscitarse entre los unos y los otros. Filósofos ha habido, que han desdeñado la natural afección y unión de padres e hijos; Aristipo entre otros, el cual cuando se le hacía presente el cariño que a los suyos debía por haber salido de él, se ponía a escupir diciendo que su saliva tenía también el mismo origen, y añadía que también engendramos piojos y gusanos. Habla Plutarco de otro a quien deseaban poner en buena armonía con su hermano, que objetó: 'No doy importancia mayor al accidente de haber salido del mismo agujero'".

Bolaño nos recuerda también los extraordinarios capítulos XXI y XXII, donde Twain demuestra la poca fe que habitualmente le tuvo al género humano.

El capítulo 21 comienza con un conflicto motivado por una serie de insultos de un borracho llamado Boggs hacia el tendero del pueblo, el Coronel Sherburn, quien con el correr de las horas se termina hinchando las pelotas:

-"Estoy cansado de este asunto, pero lo aguantaré hasta la una. Hasta la una, ¿oyes?, no más. Si se te ocurre abrir la boca contra mí sólo una vez más después de esa hora, te aseguro que no podrás viajar tan lejos que no te encuentre".


Como el borracho sigue jodiendo, termina por matarlo de dos tiros, luego de lo cual se retira lentamente de la escena.

Poco antes de que Sherburn matara al borracho, había llegado la hija, que inmediatamente estalla en llanto al ver a su padre tirado en la calle. Al instante, un grupo de gente comienza a rodear el cadáver y un tal Buck Harkness, propone "linchar a Sherburn. Después de un minuto decía lo mismo todo el mundo, así que se marcharon, rabiosos, gritando y arrancando todas las cuerdas de tender la ropa que veían para colgarlo con ellas".

La respuesta del coronel Sherburn es fenomenal, la cito casi in extenso en su idioma original:


XXII. Why the Lynching Bee Failed

"The idea of YOU lynching anybody! It's amusing. The idea of you thinking you had pluck enough to lynch a MAN! Because you're brave enough to tar and feather poor friendless cast-out women that come along here, did that make you think you had grit enough to lay your hands on a MAN? Why, a MAN'S safe in the hands of ten thousand of your kind — as long as it's daytime and you're not behind him.

"Do I know you? I know you clear through was born and raised in the South, and I've lived in the North; so I know the average all around. The average man's a coward. In the North he lets anybody walk over him that wants to, and goes home and prays for a humble spirit to bear it. In the South one man all by himself, has stopped a stage full of men in the daytime, and robbed the lot. Your newspapers call you a brave people so much that you think you are braver than any other people — whereas you're just AS brave, and no braver. Why don't your juries hang murderers? Because they're afraid the man's friends will shoot them in the back, in the dark — and it's just what they WOULD do.

"So they always acquit; and then a MAN goes in the night, with a hundred masked cowards at his back and lynches the rascal. Your mistake is, that you didn't bring a man with you; that's one mistake, and the other is that you didn't come in the dark and fetch your masks. You brought PART of a man — Buck Harkness, there — and if you hadn't had him to start you, you'd a taken it out in blowing.

"You didn't want to come. The average man don't like trouble and danger. YOU don't like trouble and danger. But if only HALF a man — like Buck Harkness, there — shouts 'Lynch him! lynch him!' you're afraid to back down — afraid you'll be found out to be what you are — COWARDS — and so you raise a yell, and hang yourselves on to that half-a-man's coat-tail, and come raging up here, swearing what big things you're going to do. The pitifulest thing out is a mob; that's what an army is — a mob; they don't fight with courage that's born in them, but with courage that's borrowed from their mass, and from their officers. But a mob without any MAN at the head of it is BENEATH pitifulness. Now the thing for YOU to do is to droop your tails and go home and crawl in a hole. If any real lynching's going to be done it will be done in the dark, Southern fashion; and when they come they'll bring their masks, and fetch a MAN along. Now LEAVE — and take your half-a-man with you" — tossing his gun up across his left arm and cocking it when he says this”.

¿Les gustó? Imagino que sí porque Twain es un maestro.

¡Sean felices!


Rodrigo

2 comentarios:

  1. Bolaño deja picando la respuesta, o es estúpido. Cualquier muchacho de avería tiene en su haber ( aparte de sus historia personal) 10 ó 20 o mas anécdotas jugosas, donde se mezcla amistad, principios, costumbres, condiciones, humanidad, amor y odio.
    Cargamos con un atavismo: somos gregarios.
    Si mientras un torturador te tortura y vos sufrís y lo maldecís, una bomba atómica pulveriza al resto de la humanidad, automáticamente el chabón te abraza y vos a él porque son los únicos y no queda otra que cuidarse las espaldas mutuamente, y chau picho. Cuando cambian las condiciones cambian los comportamientos, y con la memoria después vemos, así de fácil.
    Alguna vez se tendría que medir el poder de unión del espanto, mucho mas poderoso que el amor.

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    1. Tu visión del ser humano es más pesimista que la de Mark Twain, lo que ya es decir bastante!

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