jueves, 11 de junio de 2020

EL AMIGO ABELARDO CASTILLO SE REFIERE A JUAN JOSÉ SEBRELI

Me cebo unos mates y me dispongo a seguir leyendo el segundo tomo de los Diarios de Abelardo Castillo, y de repente aparece una reflexión muy atinada sobre un libro de J.J. "El Yaya" Serenelli (Níga Fontanarrosa dixit):


"Leo Crítica de las ideas políticas argentinas, de Juan José Sebreli. Lo mejor, unas formidables citas de Sarmiento, al principio del libro. Lo peor es casi todo el resto. Estoy hasta la coronilla de estos potajes de marxismo de Shopping y neoliberalismo a la Bernardo Neustadt. Desde hace cuarenta años, Sebreli escribe banalidades para la derecha, haciéndose el francotirador de izquierda. Esto es lo que se llama “sociología” en nuestro país. Es asombroso cómo se puede mentir diciendo verdades parciales, eligiendo, de mala fe, ejemplos aparentemente irrecusables. Lo incómodo es que para criticar bien este libro habría que escribir otro de, por lo menos, igual tamaño”.

Comparto plenamente el juicio de Don Abelardo, sobre todo cuando dice que el amigo King Kong escribe "banalidades para la derecha" disfrazándose de "francotirador de izquierda".

Hago mías las palabras de Rinconete cuando tuiteaba que "da igual el tema en cuestión, médicos cubanos, presos excarcelados, Vicentin o el peligro de extinción del mapache plateado. El motor de los cacerolazos es el antiperonismo (hoy circunstacialmente antikirchnerismo) y el combustible son los medios. Esa es la verdadera oposición".

En mi humilde opinión, el amigo Sebreli es una suerte de "Intelectual Cacerolo": no importa qué tan independiente crea ser, cualquier opinión suya sobre actualidad política tenderá a ser una racionalización a posteriori de un impulso emocional contrario a cualquier medida, proyecto o iniciativa que venga del peronismo.

En el fondo no es más que la arraigada pereza mental de la interpretación histórica goriloide, que en mayor o menor medida viene a decir siempre lo mismo: la culpa de todos nuestros males radica en el "populismo"/"kirchnerismo"/"peronismo".


El ensayo es un género libre que, saltándose las limitaciones del especialismo académico, puede dar lugar a grandes obras; sin embargo, también es un género que admite las boludeces eruditas de un Sebreli.

Ser crítico del peronismo es sano; ser un gorila recalcitrante y cultivar el indignacionismo en automático no hace otra cosa más que empobrecer el debate democrático.

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