El concepto de crítica procede del griego kritiké
téchne: “arte de enjuiciar”; que a su vez se relaciona con el vocablo krino, el
cual presenta una densa variedad de significados:
1) Separar, distinguir; 2) discernir
(que tiene la misma raíz que discriminar); 3) juzgar por comparación; 4) juzgar
en un proceso (y derivadamente, “acusar” o “condenar”); 5) tomar una decisión
sobre algo dudoso; 6) probar, ensayar;
7) determinar, resolver; 8)
pronunciarse o juzgar sobre algo; 9) en términos médicos: resolución de una
crisis; 10) secretar, evacuar, expulsar.
Para la filosofía griega antigua, la “crítica” es un arte
(téchne), y no una ciencia (epistéme). La crítica no procede de acuerdo a reglas fijas que
pudieran ser enseñadas y aprendidas de una vez y para siempre. Sea como fuere, lo cierto es que ejercer la crítica tiene poco que ver con injuriar, insultar, chicanear o "sacarle el cuero" a nadie. En todo caso, el sentido de "secretar" o "evacuar", que desde el origen habita en la idea de crítica es, a mi juicio, el menos interesante.
La crítica, como no es una doctrina, es la que hace que tanto el expositor como lo expuesto se publiciten, se expongan, se sometan a la consideración de él/los otro/s.
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