viernes, 6 de marzo de 2015

ADORO LOS PLACERES SENCILLOS; SON EL ÚLTIMO REFUGIO DE LOS HOMBRES COMPLICADOS

Es muy superior el sámbuche de salame y queso respecto del sámbuche de jamón crudo, siempre y cuando el salame sea de güéna calidát. No sólo disfruto más su sabor con una cerveza fresca para reempujarlo, sino que no se te queda la grasita entre los dientes, o cuantimenos no se te queda tanto. El jamón crudo es traicionero... es para personas que gusten de los desafíos, para quienes están del lado "Mascherano" de la vida. Y no es que yo sea vago, no señor, pasa que si me hago un sámbuche es porque quiero algo sencillo, fácil de hacer, que me permita mirar un partido de fúlbo frente al televisor paladeando algo rico, y dejar de pensar en cosas complicadas. Cuando me como un sámbuche de salame y queso quiero ser un tipo simple, sencillo, cotidiano.

6 comentarios:

  1. ¡Debes ser una persona muy interesante! No te agrandes, pero en tus posteos hay una mezcla de humor y erudición muy atractivos. Te leo siempre, aunque nunca comento.

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    1. ¡Gracias che! Soy un nabo como cualquier otro... tan interesante como Aíto de la Rúa o menos (?)

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  2. No entiendo la afectación: a los peronistas se les nota lo imbécil de lejos sin necesidad de emplear términos y estilos de redacción propios de chicos con 5 años de edad.

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    1. No soy peronista. De hecho nací después de la muerte de Perón. Tampoco sé cómo son "los peronistas". Saludos

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  3. Ah, Rodrigo, lo único que te invitaría a agregar es un escarbadientes, para mejor épica del texto y disfrute del salame. No hace falta abundar en las repercusiones gaseosas, si la paica compartió el "esnac". Un abrazo

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