lunes, 21 de septiembre de 2015

EL PATOVA MOLESTO

Empecé el gimnasio y el profesor es una máquina de tirar frases de autoayuda con la profundidad de una tapita de cerveza, onda: "si no te respetás a vos mismo, no esperes que la sociedad te respete", "para querer bien hace falta quererse a uno mismo", "la preocupación es lo que antecede a la ocupación, hay que ocuparse", y así. Me dan ganas de cagarlo a trompadas, o de que se vaya a asesorar de cerca a alguna mina con el culo bien parado, que es para lo que están la mayoría de los patovas que se hacen los profesores en un gimnasio. Y todo porque el muy hijo de puta me vio leyendo un libro mientras hacía bicicleta. El problema es que si trato de cagarlo a trompadas, pierdo por goleada. Habrá que intentar la táctica de la indiferencia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario